Por Ricardo Gálvez del Bosque
Este martes, nuevamente la Comisión de Constitución archivó el proyecto de adelanto electoral para el 2023. No fue sorpresa, era de esperarse.
Como anticipábamos, los congresistas de la nueva escopeta de dos cañones llamada APP, votaron en contra del proyecto. Los dos votos de ese partido, representado por Lady Camones y Eduardo Salhuana, de haber sido a favor habrían inclinado la balanza hacia la viabilidad del proyecto. Pero, como preveíamos (ver nuestro post del 9 de marzo aquí ), APP juega a dos cachetes, patean con los dos pies, anuncian una cosa y por lo bajo hacen lo contrario.
Ahora, la nueva excusa es que quieren que se hagan reformas antes de la convocatoria a elecciones. Ah, y también dicen que van a proponer que se debata un proyecto de Salhuana para que haya elecciones en el 2024. Ajá. Seguramente, pues.
Lo cierto es que, en la mente de la mayoría de congresistas ronda la idea de que no se deben adelantar las elecciones, ¡y punto! No se quieren ir, no les interesa y nadie los presiona.
“Fuimos elegidos y tenemos un mandato constitucional. Nosotros no hemos hecho nada malo, nos toca ejercer nuestras funciones. Las marchas ya fueron. Sí, pues, hay algunas…pero son dispersas y en regiones específicas. Ya nadie le presta atención al adelanto electoral, esa es una agenda caviar que imponen los medios y las encuestadoras. En cualquier momento se termina de enfriar el tema y listo.
Es más, las lluvias nos han caído del cielo. Todo el mundo ha puesto los reflectores en el desastre natural y sus consecuencias. Se olvidaron de nosotros y de todas las denuncias que nos caían diariamente. Ésta es una oportunidad que tenemos que aprovechar: hagamos donaciones, vayamos a las zonas afectadas a entregarlas, usemos este momento para mejorar nuestra imagen. El peruano se olvida al toque.”
Con ese pensamiento, los congresistas de derecha radical están dando grandes pasos para tomar todos los poderes del Estado, sin contrapesos. Creen que así garantizan su victoria perpetua, creen que peleando contra el fantasma caviar (“a esos los tenemos que eliminar porque son los que han permitido que la izquierda crezca”) nunca más serán vencidos.
Ya tienen a un Tribunal Constitucional (TC) que responde a sus intereses. Ese TC ya les entregó iniciativa de gasto, y les ha abierto la posibilidad de subordinar a los organismos electorales constitucionalmente autónomos. También les ha otorgado un poder sin regulaciones, negando la posibilidad de que puedan ser cuestionados judicialmente. Y por último, les ha dado carta libre para la elección del nuevo Defensor del Pueblo.
¡Bah! Pero la Defensoría es una institución sin mayor poder real, dirán algunos. ¿Ah sí? ¿A que no adivinan quién preside la Comisión Especial que elegirá a los nuevos miembros de la Junta Nacional de Justicia (JNJ)? ¡Tarán! ¡El Defensor del Pueblo!
Esperen. Hay más. ¿Y a que no saben cuándo se tiene que elegir a una nueva JNJ? ¡Así es! ¡En el 2024! Y, ¿qué poder tiene la JNJ? ¡Nombrar y destituir jueces y fiscales!
Mañana les explicaremos cómo todo esto va a encaminarnos a que un siguiente caudillo -que bien podría ser Antauro Humala – va a poder aprovechar y cosechar todo lo que éstos irresponsables ganapanes están sembrando.
Imagen: Congreso.