Por Ricardo Gálvez del Bosque
Bajo el marco legal actual, la Cuestión de Confianza (CdC) planteada por Aníbal Torres podía ser declarada improcedente de plano – como así se hizo ayer en la tarde – por la propia Mesa Directiva, gracias a la Ley 31355 (refrendada por el propio TC). Sin embargo, hasta el miércoles en la noche parecía que el Congreso no diría nada al respecto.
Este Parlamento, desde que se instaló, se ha encargado de crear herramientas que los blinde contra una tentativa de disolución parlamentaria. Por eso, promulgaron la Ley 31355 que limita la posibilidad de que el Ejecutivo presente una CdC.
Luego, para asegurarse como loquitos comprando papel higiénico al principio de la pandemia, cambiaron el reglamento del Congreso (rango de ley) para garantizar que el declarar improcedente una CdC presentada no sea considerado un rehusamiento de la confianza.
Supuestamente, la CdC debería tener algún tipo de respuesta entre el mismo Pleno en el que fue presentada, o en el siguiente. Es decir, hasta ayer. Sin embargo, parecía que en el Congreso querían intentar dilatar el tema.
¿Saben cuál fue una de las ideas que se les ocurrió a los congresistas de la Mesa Directiva? Algo que, simplemente, parece chiste: inventar la máquina del tiempo. “Están bromeando. Ya, en serio, ¿qué es lo que han hecho?”.
No bromeamos. Ayer, 24 de noviembre, fue el siguiente Pleno luego de la presentación de la CdC el 17 de noviembre. Por tanto, sabían que tenían que dar alguna respuesta al pedido del Ejecutivo. Entonces, de manera brillante, el miércoles en la noche emitieron la convocatoria a Pleno indicando que éste sería la “continuación del Pleno suspendido el 17 de noviembre.”
¿Qué? Sí, señores. Ayer, todo el Perú vivió el 24 de noviembre. Sin embargo, en la realidad paralela del Congreso pretendieron vivir la continuación del 17 de noviembre. Literal, en el Congreso estuvieron en un mundo alterno. ¿Ese viaje al pasado les permitirá cobrar viáticos? ¿Será que gracias a esa máquina del tiempo tenemos a congresistas con pensamiento cavernario y medieval?
Debe ser difícil llegar a acuerdos, ¿no? Pero ya hemos demostrado que, si se trata defender contrarreformas en las que corren millones de millones de dólares, la unión y el consenso parlamentarios son envidiables (ver nuestro post sobre la SUNEDU aquí).
Finalmente, se declaró la improcedencia de la solicitud de PCM. Sin embargo, quedó en evidencia la torpeza del Congreso tratando de hacerla larga innecesariamente.
Como era de esperarse, antojadizamente, el Ejecutivo se hizo al tonto y produjo, voluntariamente, una crisis ministerial con la (segunda) renuncia de Aníbal Torres sin haber sido censurado. Lo tomaron como si el Congreso les hubiera rechazado la confianza, en vez de tomarlo con dos curachaditas de azúcar y un calmante.
Todo este desbarajuste nos hace preguntarnos: Si los ciudadanos tuviéramos una máquina del tiempo que nos regrese al día de la primera vuelta en el 2021, ¿elegiríamos igual? El drama viene cuando quizás caemos en cuenta que, ante una similar oferta electoral, probablemente sí.
Imagen: Composición PUNTO MEDIO. Foto principal: Universal Pictures “Back to the Future II”.