Por Ricardo Gálvez del Bosque
Si necesitábamos evidencias concretas y palpables de que la permanencia de Castillo se debe a que contamos con una oposición inepta, irresponsable y mercantilista, lo que ha pasado con las candidaturas para la Mesa Directiva del Congreso es prueba plena. En una situación de crisis política, cuando se necesita más que nada el consenso y la unión, la mayoría de bancadas ha estado peleándose con uñas y dientes por un espacio en la dirección del Parlamento.
Así, se han presentado 2 listas de izquierda. Una con la presidencia recayendo en Héctor Acuña, quien militaba hasta hace unos días en APP, y la otra lista con Esdras Medina (el congresista homófobo que cree que los terremotos se deben a castigos divinos por el matrimonio igualitario, y quien pretendió tumbarse la SUNEDU) de Renovación Popular (¿bancada de derecha?).
Por la derecha, se presentaron dos listas. La de Lady Camones (quien tildó de banda de delincuentes a los acciopopulistas) junto a una facción del fujimorismo. La otra lista la lidera Gladyz Echaíz, ex APP y hoy parte de Renovación Popular, junto a gente de Avanza País y con cierto apoyo de una facción de APP (¿o no?).
En resumen: un pan con mango. Todos peleando contra todos. Cuchillos por todos lados. Cero unidad. Necedad y caudillismo. “Me toca a mí, pues”. Castillo debe estar matándose de risa.
Seguramente, cuando esté publicado este post, estaremos a puertas de saber cuál es el resultado de esta pelea de payasos. Sin embargo, sea cual sea, esta bochornosa situación nos ha demostrado lo que todos ya intuíamos: son un desastre, y será casi imposible que la salida a esta crisis provenga de este Congreso.
Algunos insisten en la vacancia presidencial, para la cual saben que no tienen los votos. Otros quieren sacar la leguleyada de bajar la cantidad de votos para aprobar una vacancia presidencial. Otros hablan de suspender a Castillo e inhabilitar a Dina. Otros apuntan a que Boluarte asuma. Pocas voces se animan a pedir adelanto de Elecciones Generales y reforma del artículo 117. Si ni siquiera se ponen de acuerdo para sacar una Mesa Directiva del Congreso, menos podrán articular una salida consensuada a esta crisis. No se puede esperar que los burros, con el tiempo, se vuelvan caballos.
¿Qué nos espera? Nada. Pedro Castillo puede quedarse tranquilo cometiendo más actos de encubrimiento, robando y con una lluvia mayor de denuncias por corrupción. Los únicos que pueden darle una salida constitucional a esta crisis no saben ni lo que hacen, están haciendo del Congreso un circo.
Para justificar el despropósito de convertir en un mamarracho la elección de la Mesa Directiva, el cazurro congresista Montoya lanzó un tuit diciendo que “Nosotros somos coherentes en nuestros actos y posiciones políticas. No hacemos pactos con el diablo.” Francamente. Es decir, “- Quítate, que eres negro – le dijo el cuervo al gallinazo”.
Con todo esto, podríamos estar en riesgo de que la Mesa Directiva caiga en manos de gente aliada de Castillo. Con esto, nos preguntamos, ¿quiénes serían los verdaderos cojudignos? ¿Los que por moralistas o por desconocimiento de lo que podría ser capaz Pedro Castillo tomaron una decisión electoral dolorosa y que podría considerarse equivocada? ¿O la oposición actual que a sabiendas de la barbaridad corrupta e inepta que tiene al frente permite la permanencia de Castillo en Palacio de Gobierno?
Queda clarísimo, así la elección de la Mesa Directiva termine en un resultado “más o menos” sensato (o no tan trágico), que ha llegado la hora de la calle (en verdad, ¡hace rato!).
O nos manifestamos, o nos hundimos todos. No tapemos el sol con un dedo. Así como los congresistas están enfrascados en sus peleas de “Me toca a mí ser Presidente”, nosotros tenemos que tener la actitud de “Nos toca a nosotros salir a las calles”.
Imagen: Composición PUNTO MEDIO. Foto de Marcha: Sebastián Castañeda tomada de https://peru.as.com/peru/2021/08/02/actualidad/1627906289_846240.html . Niños en el Congreso tomada de https://punto-medio.pe/2022/06/24/el-juego-de-las-sillas/