Por Ricardo Gálvez del Bosque
El 4 de noviembre pasado, desde este espacio, publicamos las razones por las cuales el entonces ministro Silva debía ser censurado (ver aquí ). Sin embargo, el Congreso una y otra vez se negó a siquiera interpelarlo. Ese mismo día, el Parlamento le otorgó el voto de investidura al Gabinete de Mirtha Vásquez, con Silva en el MTC desde el principio del Gobierno.
El 11 de noviembre, con votos de abstención fujimoristas y de Acción Popular, se impidió que el cuestionado ministro responda un pliego interpelatorio. Los intereses de los transportistas informales y los negocios de “Los Niños” hicieron causa común con el oficialismo que defendía a quien hoy conocemos como miembro de una organización criminal. Cómplices.
Anteayer, el programa de Philip Butters obtuvo la transcripción de la fiscalía de un audio entre Zamir Villaverde y el ex ministro Silva. El encuentro se habría dado el mismo 4 de noviembre, luego de la votación en el Congreso. ¿Qué se escucharía en ese audio? El esquema de corrupción organizado por ambos en el MTC, los nexos entre Villaverde y el sobrino de Castillo (hoy prófugo de la justicia), y el “presente” de “100 grandes” entregados en una maleta al entonces ministro con la cartera de mayor presupuesto del Estado. Es decir, la pistola humeante, el plano del robo, los integrantes de la banda, el botín, todo.
Con dicho documento, para muchos queda en evidencia absoluta que estamos siendo gobernados por una banda criminal que llegó al poder para saquear al Estado. En el Perú de hace algunos años, esta revelación hubiera ocasionado una crisis política que pondría al Presidente con un pie en la DIROES. Sin embargo, el Congreso ha sido y sigue siendo cómplice del desastroso y corrupto (des)Gobierno de Pedro Castillo.
La actuación de Acción Popular y el fujimorismo frente a la escandalosa permanencia de Silva en 4 Gabinetes es una clara demostración de que el Congreso no está a la altura de las circunstancias. El caso Silva se advirtió una y otra vez, y todos silbaban mirando al techo o lo blindaban descaradamente. La burla fue tal que el temerario corrupto renunció y fue despedido con mariachis en el MTC, mientras Castillo nombraba como sucesor a la mano derecha de Silva. Un asco.
Ayer se pretendió distraer al público con unos audios en los que se escucha a Maricarmen Alva. En ellos, la actual Presidenta del Congreso indica lo que ella misma ya había declarado a la prensa el año pasado sobre la sucesión presidencial y su creencia de que el Congreso solo tendría que convocar a Elecciones Presidenciales y no Generales en caso de vacancia. ¿Cuál era la pepa ahí? Ninguna. En este momento poco importa lo que haya pensado o pretendido la Sra. Alva, quien pronto dejaría la Presidencia del Congreso.
Donald Trump dijo alguna vez que él podría pararse en el medio de la Quinta Avenida, dispararle a alguien y aun así no perdería un solo votante. Pedro Castillo cree que puede hacer exactamente lo mismo, y poco falta para que el Presidente coimee en vivo y en directo y no pase nada. El Congreso debe acabar con su nauseabunda complicidad, entender la gravedad de esta situación y dejar de actuar con la torpeza de Manuel Merino.
El país no puede ni debe soportar 4 años más con una organización criminal en el Poder Ejecutivo, y un Congreso irresponsable que negocia con dicha banda por lo bajo. Toca la destitución de Pedro Castillo, la inhabilitación de Dina Boluarte y la convocatoria a nuevas Elecciones Generales para que se vayan todos.
Imagen: MTC