Por Ricardo Gálvez del Bosque
Aparentemente, tras la torpe jugarreta que hizo el Congreso con la aprobación de la contrarreforma universitaria que termina por destruir a la SUNEDU, el Presidente Castillo y su equipo empezaron a demostrar que tendrían una estrategia y aprovecharían la oportunidad que les pusieron en bandeja para golpear al Congreso.
Para nadie es una sorpresa que el Parlamento siempre tiene una desaprobación amplia, pero el actual se caracteriza por ser repudiado tanto por oficialistas y opositores al régimen logrando un respaldo popular aún menor que el del Presidente Castillo. Cuando tienes a una entidad impopular, que demuestra ser perjudicial para el país por sus arrebatos destructores, un político con un mínimo de astucia podría aprovechar la situación para declararse enemigo de las decisiones que dicho organismo tome. Aparentemente, el equipo del Ejecutivo, entendió que la pelota está en su cancha y que el portero está fuera del arco. Simple, solo le tocaría patear y meter el gol.
Irónico como parezca, el Congreso y la oposición resultan ser la mayor fortaleza del Gobierno de Castillo. En el tema de la SUNEDU le han dado el pase perfecto para que el Presidente les meta un gol. Innumerables veces cometen este tipo de “errores” en los que si Castillo no hace nada, con sus acciones los mismos congresistas “de oposición” se meten un autogol. Dicen que quieren ganar el partido, pero juegan en contra de ellos mismos. Se hacen poner tarjetas rojas, se pelean entre ellos y destruyen. Si Castillo no es eliminado del campeonato no es por tener un buen equipo, sino porque sus rivales están más embarrados que palo de gallinero.
Por ejemplo, en vez de archivar el proyecto de Asamblea Constituyente del Ejecutivo por ser un mamarracho inconstitucional (como corresponde), la Comisión de Constitución da un paso más allá y en su dictamen alegan que lo hacen porque el artículo 206 no puede ser reformado de ninguna manera. Bajo esa inconstitucional premisa, el mal proyecto para reformarlo de Ghersi – ese que muchos han estado firmando de buena fe (ver nuestro post de Setiembre aquí ) – sería inviable jurídicamente.
¿Qué logran con eso? Victimización del Gobierno. Torpes: se debió archivar por saltarse pasos constitucionales para una reforma, por contradecir el artículo 206, por ofrecer violar el artículo 35, y por mil cosas más. Pero no. Se van por una mentira torpe y absurda, dejando en ridículo – una vez más – la propuesta de Lucas Ghersi. El congresista Cavero aprobando el archivo y luego participando en una marcha con Ghersi sería la demostración de una hipocresía sorprendente.
Con el tema de la reforma universitaria, ¿ustedes creen que el Presidente que plagió su tesis y cobró indebidamente durante años un incremento de sueldo por ser magíster trucho está interesado en fortalecer la SUNEDU? Hay que ser bastante iluso para creer que un maestro que no cree en la meritocracia magisterial ni en la evaluación de maestros escolares tiene dichas convicciones. ¿Por qué creen que ha anunciado que observará la nauseabunda ley que acaba de aprobar el Congreso? Porque, como es lógico, dicha nueva contrarreforma generará el repudio de la población hacia el organismo que la ha aprobado: el Parlamento.
¿Qué narrativa va a aprovechar el Ejecutivo ante la indignación que se concentra en el Congreso? “Nos enfrentaremos a un Congreso que nos niega consultar sobre una nueva Constitución que proponemos, y que se junta con mafias para destruir la educación universitaria.” Listo, se ganó el aplauso hasta de los que se oponen a su proyecto de Constitución a la medida de Cerrón. ¿Quién metió el gol? ¿Castillo? ¿O fue el Congreso mercantilista el que se metió un autogol?
La desaprobación del Congreso seguirá en aumento. Es que no han entendido cuál es la función principal que se les reclama: hacer un correcto contrapeso a la ineptitud, mediocridad y corrupción de este Gobierno. Por el contrario, han creído que deben priorizar sus intereses particulares y oscuros, deben alcahuetear la permanencia de ministros denunciados (si es que ellos también juegan pelota, por debajo, con ellos y “los Niños”), y que deben actuar con el único norte de seguir gozando con cuotas de poder en medio del caos amparándose en leguleyadas.
¿Cómo van a arreglar el asco que sentimos al verlos abrazarse y aplaudir – junto a los Cerrón – tras destruir la reforma universitaria? Así como muchos analistas comentan que “Castillo pareciera estar vacándose solito”, el Congreso que tanto teme su desaparición estaría “disolviéndose entre risas y aplausos”.
¿Cuál es la estrategia del Congreso? Mucho ayayero alrededor de los congresistas les ha hecho vivir en una realidad paralela. Será duro para ellos cuando los despertemos.
Foto: Fuente CanalN