Por Ricardo Gálvez del Bosque
¿Alguna vez le han ofrecido algo a alguien, sabiendo que no van a cumplir? Un ejemplo podría ser un simple “sí, hay que coordinar para juntarnos”, cuando de antemano sabes que no hablarás con la persona en bastante tiempo y que ese futuro encuentro ha sido anunciado solo para salir del paso. Es decir, en la mayoría de casos, cuando uno ofrece algo que sabe que no se va a concretar lo hace para distraer, salir del apuro, “seguirle la cuerda” al interlocutor, “pasearlo”, tontearlo. ¿Es o no es así?
Viene a nuestra mente esta idea tras la actitud del Ejecutivo de mandar un proyecto de reforma constitucional mamarrachento y plagiado al Congreso (ver nuestra explicación aquí ), para proponer una nueva Constitución a través de una Asamblea Constituyente.
Veamos. Pedro Castillo sabe que no tiene los votos en la Comisión de Constitución y menos aún en el Pleno del Congreso para que la propuesta pase. Según las encuestas, no estamos ni remotamente en un momento constituyente en el que la mayoría de las personas esté pensando en una nueva Carta Magna. Y para colmo, su proyecto resulta un adefesio impresentable, con fallas gravísimas de forma y fondo que ya explicamos ayer. Es más, es un proyecto que, de ejecutarse, violaría múltiples artículos de la Constitución, entre ellos el 35 y el propio 206, haciendo que convivan contradiciéndose mutuamente. Entonces, ¿por qué lo manda?
El Gabinete de Aníbal Torres – el fan de Adolfo Hitler – cuenta con un constitucionalista como César Landa, y por más de que éste haya caído súper bajo al permanecer en un Ministerio tras los múltiples escándalos que han estallado post su nombramiento, creeríamos que no podría ser capaz de sostener un proyecto tan mal hecho en una clase universitaria. Y aún así, ese mal plagio ha sido aprobado por él y sus compañeros. ¿Qué están buscando?
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- Distraer y vender humo. Vivimos en una coyuntura en la que suben los precios, estallan más escándalos de corrupción, entorno presidencial prófugo de la justicia, ineptitud estatal hasta en el proceso de vacunación, servicios estatales colapsados, entre otras perlas. Sin embargo, tras el anuncio, todos estamos súper atentos a un debate estéril sobre un proyecto hecho con “las patas y las uñas” de las que hablaba Pedro Castillo.
- Reconectarse con su base de votantes de primera vuelta, el ala de Cerrón, y la izquierda dizque progresista que se le estaba volteando.
- Ofrecer algo que el Congreso va a rechazar para victimizarse una vez más y llevar los reflectores hacia el Parlamento, acusándolo de obstruccionista y antidemocrático. Golpeando a una institución tan desprestigiada, creería que ganaría réditos ante la población al crear un enemigo común del pueblo: el Congreso. Eso también facilitaría una futura estrategia que le podría permitir disolverlo en un futuro no muy lejano. Ojo con eso.
- Meter el tema como caballito de batalla en las Elecciones regionales.
- Ver si le liga.
- Todas las anteriores juntas.
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No nos cabe duda que el autoritario Cerrón – ese que no iba a ser ni portero de Palacio – sueña con una nueva Constitución a su medida. El sentenciado por corrupción quiere poder y no disimula su intención de que el aparato estatal controle la economía.
Sin embargo, nos da la impresión de que Pedro Castillo está buscando algo diferente y simple: tontearnos y victimizarse. Sigue siendo la misma persona que en la huelga (que pretendió destruir la educación escolar en nuestro país) fingía ante las cámaras que se había desmayado. Es el mismo señor que ofrece una planta de vacunas, que dice que se va a reducir el sueldo, que vende el avión presidencial, que anuncia sorpresitas con el gas, que mece a sus interlocutores, que cree que el feminicidio se da por la ociosidad, que propondría darle mar a Bolivia, que piensa en la guerra entre Croacia y Rusia, y sueña con hacer turismo por los 1200 países que cree que habrían en la galaxia. Un señor al que creemos que la mayoría no dejaría que sea profesor de sus hijos, pero al que le estamos permitiendo liderar la vida y los destinos de 30 millones de peruanos.
¡Nos está meciendo! Y si le liga, se aplaudirá a sí mismo. Si no, se victimizará para las cámaras y se reirá en privado de los tontos que somos por aceptarle todos sus arrebatos.
Foto: GEC. Tomada de https://peru21.pe/politica/pedro-castillo-marcho-con-senderistas-y-sirvio-a-fuerza-popular-noticia/