Surge una nueva crisis en el Gobierno, y uno trata de leer todas las noticias que salen al respecto. Lees, pero resulta demasiado confuso y enredado, muchos personajes, y pareciera que estamos entrando a ver una telenovela que va por la mitad y nos deja bastante aturdidos.
Por eso, en Punto Medio, hemos querido lanzar este espacio al mismo estilo que el post “Resolviendo Dudas”, para que en sencillo sepamos lo básico sobre lo que está pasando y puede pasar.
¿De qué se trata esta crisis?
Avelino Guillén era el Ministro del Interior que reemplazó a Barranzuela (¿se acuerdan de la vecina del parlante y todo ese chongo? Ya, ese ministro que hizo la juerga de Halloween y que tenía varias otras denuncias en su haber). Uno puede estar en contra o a favor de las posturas políticas de Guillén (de hecho, cuando se prestó para ese show previo a Navidad para que el Presidente Castillo expulse a venezolanos sin papeles, decepcionó a varios), sin embargo, se le puede reconocer que es una persona que durante su carrera profesional ha combatido la corrupción.
Bueno pues, Guillén habría logrado identificar que el Comandante General de la Policía, el General Gallardo, estaría metido junto a otros oficiales y personas del entorno cercano a Castillo en una operación de sobornos masiva para los ascensos y nombramientos dentro de la Policía Nacional. La noticia se destapa hace algunas semanas, y algunos medios tienen testimonios de altos mandos que indican que se cobraba aproximadamente 25 mil dólares por ascensos, y 5 mil soles por nombramientos “rentables”. Es decir, había un tarifario. Todo un escándalo. ¿Se imaginan qué hace un policía que ha sido asignado a Carreteras y que ha pagado 5 mil soles de coima para recibir ese puesto? Bueno, no tienen que imaginarse mucho.
Azu, ya…¿y qué pasó?
Bueno. La prensa lo destapó, estalló el escándalo, se filtraron audios del General Gallardo (que se enfrentaba directamente al Ministro del Interior, Guillén) diciendo que tiene todo el apoyo del Presidente de la República y jactándose de eso. Ese General puenteaba al Ministro, y le pasó la lista de nombramientos y ascensos que Guillén rechazó por encontrar todo este problema. Tras devolvérsela con varias enmiendas, Gallardo volvió a enviársela casi casi tal cual la original. Obvio, si ya han cobrado las coimas no podría fallar con lo prometido.
Castillo tenía conocimiento de todo esto. Hasta Fernando del Rincón (periodista mexicano de CNN) le preguntó sobre el conflicto entre el General Gallardo y Guillén, a lo que el Presidente comentó algo así como que les daba tiempo para que arreglen su conflicto.
¿Y Castillo qué hizo?
NADA. Dejó que el tiempo pasara, como si nada. Con él no era. Todos los días salió, se tomó fotos en provincias, lanzó arengas. Ni tocó el tema. El Ministro Guillén le presentó la solicitud de pasar al retiro al General Gallardo y le expuso todo el problema, y el señor lo “dejó en visto” (como diríamos coloquialmente).
Pucha…osea, ¿no respaldó al Ministro y prefirió quedarse con la corrupción?
Así es. Hasta que llegó un punto en que Guillén dijo “las wiflas, presento mi renuncia”. Es que, ¡obvio! ¿Cómo vas a tener a un Ministro pintado en la pared y no recibirlo dos semanas tras las denuncias graves que te ha hecho? Uno puede decir muchas cosas con ese silencio cómplice, y Castillo estaba siendo bastante claro. Obviamente, en estos días ha dicho que él no sabía nada, “que no se mete en chismes”, y bla bla bla. Ya. Suficiente con la estupidez. Hasta un periodista mexicano se lo dijo en su cara pelada, y nos viene con cuentos. Francamente, un cinismo que hace que cualquier quijada se caiga al suelo.
Ya. Guillén presenta su renuncia el viernes, ¿no?
Sí. Y el Presidente, como si nada. Pasó viernes, sábado, y no dijo ni michi. ¿No les digo? Con él no es. Él está paseando en helicóptero, visitando provincias, firmando papelitos para la foto, en las plazas haciendo arengas. Pareciera ser una figura decorativa. El domingo, lanza un tuit casi casi a las 12 de la noche diciendo que aceptaba la renuncia de Guillén y que pasaba al retiro al General Gallardo. Su reacción, lenta como patada de astronauta.
¡¿Qué?! ¿Entonces sacó a los dos? ¿Qué pasó?
Esa noche del domingo, se reúne con Mirtha Vásquez (la primera ministra) y con Guillén. Mirtha Vásquez había respaldado a Guillén todo el tiempo, y le pide que le acompañe a hablar con Castillo. Guillén dice que la renuncia es irrevocable, pero accede a escuchar al Presidente.
En esa reunión Guillén le vuelve a exponer toda la situación de corrupción y habla del General Gallardo. Ahí Castillo le dice que “eso ya está decidido” (sobre el pase al retiro, ¡al fin!, de ese General). Entonces, al pasarlo al retiro, le correspondía asumir ese puesto el número 2 en la lista de la Policía. Sin embargo, Castillo le dice que no, que también quiere pasar al retiro a los dos siguientes en la lista de sucesión. Él quería que asuma el 4to en la línea. Guillén no aceptó ese pedido extraño, que hacía que oficiales con excelentes hojas de servicio pasaran al retiro por un capricho rarísimo del Presidente. Así que Guillén le dijo que él no firmaría esa resolución y se retiró de la reunión dejando solos a la PCM y al Presidente.
Luego de eso, le dice a Mirtha Vásquez que lo convenza a Guillén para que recapacite. Vásquez le dice que eso es imposible.
¿Entonces, el pase al retiro del General Gallardo qué significa?
Personalmente, creo que es un “engaña muchachos” burdo. Es para que digas “oooohhh…se demoró, pero se enfrentó a la corrupción y finalmente sacó al General cuestionado”. Pero la verdad es que, el escándalo era tal que no le quedaba otra. Y pareciera que, como toda la corruptela ya estaba negociada, necesitaba no poner en reemplazo a los oficiales 2 y 3…sino antojadizamente, al número 4. Cuando el río suena…
Y Mirtha Vásquez, ¿por qué renuncia?
Es que, ya la señora daba lástima en su función en la PCM. Desde hace varios escándalos – propios de este Gobierno – se notaba que Mirtha Vásquez estaba pintada en la pared. Y aquí, ella respaldaba al ministro Guillén, y estaba al tanto de las denuncias de corrupción que éste hacía. Y vio que el Presidente no hizo nada, y ahora tenían que elegir a un reemplazo. Y como Castillo no le aceptó ninguna sugerencia, ella le dijo “hasta la vista, baby”. Fue. Hace rato, era.
Y, ¿ahora?
Al renunciar Mirtha Vásquez (PCM), se produce la crisis total del Gabinete: todos los ministros presentan su renuncia. Entonces, Castillo debe de convocar a un nuevo PCM, y con él coordinará quiénes asumirán los ministerios. Pueden volver a convocar a los mismos, si desean. Claro, menos a Guillén que ya se hartó. Luego, en 30 días como máximo, ese nuevo PCM va con todo el Gabinete a pedirle la confianza al Congreso. Sí, otra vez.
Ya. Me queda más clara toda la telenovela. Pero, y ahora, ¿qué va a pasar?
A ver. Este escándalo de las últimas semanas, y las lamentables entrevistas que desnudaron a Castillo y su insostenible precariedad, han sido bastante clarificadoras para muchos que tenían algo de esperanza. Saber que su entorno está metido en mil porquerías, que ni siquiera coordina nada con sus ministros, que en los Consejos de Ministros solo asiente la cabeza, que depende en absoluto de la gentuza que lo rodea, que miente y no tiene idea de lo que dice la Constitución, que se reúne a escondidas con gente que gana licitaciones y que ésta le hace fiestas a su hija y a la hija de Bruno Pacheco, que apaña la corrupción de su entorno que llega a destruir a la Policía Nacional…es como…suficiente, ¿no?
Ok. ¿Pero qué va a pasar?
Castillo debe de nombrar un nuevo Gabinete. ¿Con quiénes? Imaginamos que con la gente de Cerrón. Y es que, ¿quién le va a aceptar ese encargo? Ya los ministros han dado clara señales de que no se puede coordinar nada con él, solo asiente, les puede decir una cosa un día y luego cambia de parecer después de hablar con sabe Dios quién. Y Guillén ha hablado hasta de un “gabinete en la sombra” por la gente que lo rodea a Castillo. Es decir, además de no estar preparado (él mismo lo dijo) pretendiendo dar lástima, estaría rodeado de bribones.
Resulta una situación desesperante porque nadie puede sacar ninguna conclusión de una conversación con él, porque pareciera no responder nada. Un rumbo hacia el comunismo y el autoritarismo hubiera sido mejor, porque así se le podría hacer frente desde cualquier sector político.
Pero ante la indefinición, la impericia, la nada, ¿qué se puede hacer?
Lean algunas declaraciones que le dio Mirtha Vásquez a Jaime Chincha anoche sobre el entorno de Castillo, para entender el panorama:
- “Asesores que toman decisiones…aconsejan”
- “muchas veces los ministros conversamos con él y nos da su parecer. Luego cambia completamente (…) con alguien habrá conversado”
- “ha habido funcionarios que estaban en el Despacho Presidencial que sí han estado acusados de cometer una serie de irregularidades”.
- “Varias posiciones que el Presidente asume (…) tienen que ver con los consejos que su entorno le da (…) muchas veces han hecho reuniones, con ministros de Economía y no nos han comunicado nada…con empresas”
Ya. Estás bien pesimista. Tiene que haber una opción.
Ya les hemos explicado que no nos parece que proceda una vacancia por la fuerza de los votos. El artículo de la Constitución que habla de “vacancia por incapacidad moral permanente”, se ha malinterpretado. Pero bueno, existe esa opción. Pero ni la queremos mencionar porque, matemáticamente, no tienen los votos…a las justas llegarían a 86 y se necesitan 87.
Hay una opción que se está barajando. El artículo 117 de la Constitución dice que se puede acusar al Presidente durante su mandato por causales específicas. Ninguna de ellas calza con lo que ahorita está pasando. Ahora, el Partido Morado está proponiendo reformar ese artículo y meter acusaciones e investigaciones por delitos asociados a la corrupción.
¿Cómo se reforma eso?
Como les comentamos antes, la Constitución se reforma con 2 votaciones mayores o iguales a los 87 votos en dos legislaturas. O con 1 votación con mayoría simple y un referéndum. Justo en estos días se acaba una legislatura, si logran 87 votos para reformar ese artículo, podrían adelantar el inicio de una nueva legislatura lo más pronto posible y volver a votar por esa reforma. Así quedaría vigente.
Con ese artículo, se le puede destituir con mayoría simple a Castillo. Demoraría unas semanas, pero puede ser una salida. Pero es bastante peligroso.
¿Por qué es peligroso?
Porque estás modificando una Constitución por una coyuntura específica. Y podrías abrir una Caja de Pandora que afectará las futuras presidencias. En este caso podrán estar bien fundamentadas las denuncias, pero tranquilamente podrían acusar a futuros presidentes de cosas que no correspondan y podrían destituirlo velozmente.
Bueno, finalmente, ¿a qué tenemos que estar atentos estos días?
Ok. Les hago una lista:
- Son los últimos días de la legislatura del Congreso. Normalmente, aprovechan para meter algunos proyectos controvertidos (la contrarreforma universitaria puede ser uno de ellos, y también esta reforma del 117 que les mencioné). Hay que estar atentos a qué hace el Congreso, sobre todo ahora que vamos a estar concentrados en el partido de fútbol.
- Mucho ojo a quiénes convoca Castillo para su nuevo Gabinete. Eso nos dirá mucho. Si se va por el ala de Cerrón y Bellido, el Congreso tendrá que tomar decisiones duras y se vendrá nuevamente el choque. Si se va al centro, Cerrón lo podría traicionar.
- Atentos a las movidas en la Policía, atentos sobre a quién nombrará Ministro del Interior (¿para seguir la corruptela?), atentos a los movimientos de los asesores de Castillo y a su entorno.
Mil disculpas por las explicaciones largas, pero creo que aquí era necesario darles el contexto de lo que está sucediendo.
Foto: Presidencia