Cuando uno negocia algo, es importante evitar que la contraparte conozca nuestras debilidades. De darse el caso, le estaríamos dando una ventaja que podría ser usada en nuestra contra y obtendríamos menos de lo que esperamos en nuestra negociación.
¿Qué debilidades estaría mostrando la oposición?
- No existe cohesión entre los grupos de oposición representados en el Congreso. Eso permitiría que el Ejecutivo pueda jugar a entregarle alguna prebenda política a alguno de ellos, desarticulándolos.
- No hay coherencia entre el discurso y los hechos. Todo apuntaría a que diversos grupos consideran que las permanencias de Maraví y de Bellido en el Gabinete de Ministros resultan inaceptables. Sin embargo, más allá del verbo, no existe una verdadera fiscalización política que se traduzca en acciones reales.
- Han dejado múltiples evidencias de que su principal preocupación no es el cumplir su labor de hacerle contrapeso al Ejecutivo, quedando así cada vez más claro que lo que prima para ellos es buscar mantenerse en el cargo y no correr ningún riesgo. Estarían apostando por utilizar una estrategia de tensa calma.
Las dos primeras debilidades han sido comunes en la política peruana. Sin embargo, dada la coyuntura actual, la tercera resulta bastante más problemática que las primeras. Más allá de que la presencia de Bellido es dañina para el Gobierno, el mensaje que está brindando el Congreso es que cualquier Presidente del Consejo de Ministros (PCM) que pudiera venir en el futuro podría realizar acciones similares desde su puesto sin ninguna consecuencia política. Avalar que un personaje como Bellido – misógino, con denuncias por apología al terrorismo, con intenciones desestabilizadoras, que se enfrenta en redes al Presidente y a sus ministros, que conspira contra su propio Gabinete – permanezca en el cargo y siga copando instituciones del Estado como si nada pasara, resulta desde ya un precedente nefasto.
El hecho de que el PCM sepa de antemano que ninguna de sus acciones tendrá consecuencias, lo empodera cada vez más. Es por eso que puede hacer y deshacer lo que le venga en gana, haciendo gala de que su cúpula va camino a la captura del aparato estatal a paso firme.
Muchos medios ya publican lo que mencionamos en Punto Medio el 3 de Octubre sobre la demora planificada de la presentación de la moción de Censura contra el ministro Maraví. En este post (ver aquí ) detallamos que lo que buscarían es esperar a promulgar la ley – que creemos que tarde o temprano sería declarada inconstitucional por el TC- que buscaría acotar las Cuestiones de Confianza (CdC) que presente el Ejecutivo.
Pretender blindarse con este tipo de normas puede terminar siendo otro lamentable boomerang de la oposición. Dicha ley va a ser observada por Pedro Castillo en dos días, y el Congreso espera aprobarla por insistencia. Con eso, la oposición – que ya demostró sus miedos y sus cartas – pretendería sentirse más segura y confiada para censurar a Maraví. Pero, ¿no se han dado cuenta de que Bellido podría anticiparse y presentarse en el Congreso y hacer una CdC por la aprobación de dicha ley? ¿Qué pasaría si lo hiciera? ¿Están preparados para eso?
Un contrincante hábil sabe usar a su favor las debilidades del otro, y es posible que el Congreso esté subestimando demasiado a Bellido y compañía. De realizar esa jugada, Cerrón conseguiría que el Congreso haya generado la primera crisis total de un gabinete. Con eso, el camino estaría listo para que el Gobierno se radicalice más y se logre la tan ansiada disolución del Congreso.
Si el Congreso sigue haciéndola larga para tomar una decisión sobre la permanencia de ministros impresentables, éstos seguirán tomando instituciones mientras tanto. Si sus debilidades están clarísimas para el Ejecutivo, éstas le terminarán jugando en contra al Congreso.
Foto tomada de https://capitalismoconsciente.es/blog/debilidades-personales-punto-fuerte/