Por Gabriel Moreno Alcántara
La canasta básica de las familias peruanas se ha visto nuevamente afectada por el alza de precios. Esta vez el limón es el afectado debido a factores climatológicos por el Fenómeno de El Niño. Las intensas lluvias que ha sufrido la región norte del país han generado que la cosecha del fruto se estropee y que una mayor cantidad de plagas azoten las plantaciones de limón. Estos factores han generado que el precio del kilogramo de limón aumente en más del cuádruple de su costo normal, ocasionando un severo perjuicio en las economías y nutriciones familiares.
Pero, ¿desde cuándo el Estado peruano conoce de la amenaza general del Fenómeno de El Niño en el territorio? Desde luego, desde hace algunos años, puesto que es un tema que se viene oyendo desde los inicios de la gestión de Pedro Castillo. ¿Qué se hizo desde entonces? Poco o nada…
Aun cuando la presidenta Boluarte haya anunciado en su mensaje de 28 de julio un aumento presupuestal para la mitigación de este fenómeno climatológico, no haber tomado las medidas preventivas en el momento adecuado pasará una costosísima factura. Ahora es el limón, antes fue el pollo, ¿qué otros elementos de la canasta sufrirán incrementos en el futuro? Resultan inverosímiles pues las opiniones del máximo encargado del ministro que maneja la economía y finanzas del país. Parafraseando señala: “si no les alcanza para el ceviche, opten por un arroz con mariscos”. La ridiculez y frivolidad de esta opinión descuadra y a la vez preocupa por quién es el ministro de economía actual.
Lo que la sociedad peruana espera de las autoridades son soluciones sensatas y realistas. Si bien los fenómenos climatológicos son incontrolables una vez se manifiestan, sí existen mecanismos para poder contener esta alza de precios que sólo pueden cubrir los sectores de mayor poder adquisitivo en el país. La subvención del precio es tal vez un recurso ya anticuado y poco alineado con los principios de la economía social de mercado, en donde el Estado sólo debería intervenir directamente cuando los privados no puedan. Una posibilidad realista es el apoyo estatal con la reducción de impuestos a los fertilizantes que los agricultores usan para las plantaciones de muchos productos, como el limón en este caso. El gremio agricultor denuncia que aun en tiempos de crisis, el costo de los fertilizantes continúa encarecido, lo cual repercute en que el precio final por kilogramo no pueda reducirse en cierto porcentaje. Otra opción válida sería un trabajo arduo entre el MIDAGRI, Cancillería y organismos regionales como la Comunidad Andina de Naciones (CAN) para facilitar las negociaciones con los privados para importaciones de emergencia de limón de países vecinos en aras de poder cubrir la escasez en el mercado.
Nada de ello u otras opciones para hacer frente a este problema se han dejado oír por el momento. Como ya señalé en párrafos anteriores, muchas de estas situaciones pudieron haberse previsto si el Estado tuviese planes de contingencia y prevención que se mantuviesen en el tiempo y que no se detuviesen por la ideología de gobiernos de turno. Esperemos a las posibilidades que se ofrezcan durante los próximos meses, pero desde ya los especialistas y los mismos agricultores señalan que no habría una mejora en las cosechas y, en consecuencia, una reducción en los precios sino hasta diciembre o enero próximos.
Imagen tomada de https://elpopular.pe/actualidad/noticias-peru/2023/09/03/precio-limon-se-dispara-ciudad-peru-se-vende-60-soles-kilo-108864