Por Ricardo Gálvez del Bosque
¡Qué rápido se sacuden del problema algunas figuras de la izquierda que critican con vehemencia a Dina Boluarte y su gobierno! ¿No?
Mirtha Vásquez, quien tuvo en su gabinete a Boluarte y con quien imaginamos despachó constantemente y respaldó su gestión, pareciera olvidarse de que la actual presidente fue su aliada hasta hace poco.
Quien aceptó, cobardemente, un premierato con imposiciones ministeriales groseras y pretendió defender su posición a punto de cartas públicas timoratas, hoy busca ejercer un papel de luchadora al que claudicó por un puesto de poder. ¿Cómo justifica su permanencia en PCM sin despachar con el Presidente y viéndolo rodeado de un gabinete en la sombra?
Por su parte, Hernando Cevallos, ex ministro de Salud del gobierno de Pedro Castillo, también fue compañero de gabinete de la señora Boluarte. Ambos eran parte de un mismo gobierno, y la fórmula presidencial que integró la actual mandataria fue apoyada por Cevallos. Es decir, la señora está en el poder y se mantuvo en él por su responsabilidad.
Ahora vemos al ex congresista que gritaba “¡vacancia!” cuando PPK era Presidente, y acusaba de “golpistas” a quienes lo hacían igual que él pero contra Castillo, sacar su espada desenvainada contra Boluarte sin reconocer (u olvidándose antojadizamente) que su papel y sus posiciones fueron parte de las causas que nos han llevado a este momento.
Sin embargo, la posición más hipócritamente furibunda resulta la de Verónika Mendoza. Para ella, la fórmula presidencial que garantizaba la democracia era la de Pedro Castillo y Dina Boluarte. Es por eso que decidió prestar su marca personal de luchadora feminista y anticorrupción para apoyar ciegamente una gestión misógina, conservadora, corrupta y golpista. Su aval fue un manto de protección contra las denuncias hacia todos los ministros impresentables sobre los que caían acusaciones gravísimas que ella hubiera combatido con dureza si éstas provinieran de la derecha.
Sin hacerse cargo de sus decisiones, sus apoyos y la mochila que decidió voluntariamente llevar, ahora se hace la desentendida y pretende mostrarse como luchadora de causas demócratas. ¿Alguien ha escuchado su mea culpa sobre su apoyo a Silva, a Maraví, a Alvarado, a Aníbal Torres? ¿O por su aval a los funcionarios de Castillo acusados de violencia familiar?¿Alguien ha escuchado su arrepentimiento ante el silencio que mostró cuando la xenofobia castillista hizo un show para intentar expulsar en navidad a decenas de venezolanos? ¿O por haber sido permisiva con la corrupción chotana y escéptica ante ella como nunca lo fue con los antecesores de Castillo? ¿O quizás alguna señal de disculpa por haber sido “golpista” durante el gobierno de PPK para luego tildar de “golpistas” a quienes replicaron su actuación pasada pero en contra de Castillo? No, ¿no?
Estos recuerdos, que consideramos debemos mantener para que no nos engañen con sus renovadas actitudes puristas, no implican un respaldo a la nefasta gestión de Boluarte. Desde este espacio, reconocemos y criticamos esta alianza tácita entre el Ejecutivo y Legislativo en aras de destruir la independencia de poderes, la institucionalidad y la democracia. Sin embargo, no podemos dejar de resaltar que existen políticos inescrupulosos que pretenden lavarse la cara aprovechándose de la situación. ¿O no tuvieron responsabilidad en sostener a una plancha presidencial sin convicciones democráticas?
Tenemos que estar atentos ante esos lobos vestidos de oveja, los cuales abundan en derecha e izquierda, para que no vuelvan a engañar al electorado con sus poco espontáneas posiciones de lucha.
Imagen: Composición Punto Medio. Verónika Mendoza tomada de https://energiminas.com/veronika-mendoza-siempre-hemos-estado-a-favor-de-la-nacionalizacion-del-gas/ . Hernando Cevallos tomada de https://diarioelgobierno.pe/politica-peruana-castillo-peru-2022-congreso/hernando-cevallos-sobre-la-gestion-del-ejecutivo-necesitamos-un-presidente-honesto/ . Mirtha Vásquez: Fuente PCM.