Por Gabriel Moreno Alcántara
Cuando uno piensa que el Congreso peruano no podría darnos un nuevo escándalo, se esmeran en conseguirlo como sea. Esta vez: el flamante defensor del pueblo. Resulta que el grupo de congresistas de derecha y centro decidió en su gran mayoría darle el apoyo al candidato que presentó Perú Libre…sí, el partido del lápiz de corte de izquierda conservadora. Y, ¿quién es pues la persona que terminó eligiendo el Congreso con 88 votos para dicho cargo? Pues nada menos que Josué Gutiérrez Cóndor, excongresista de izquierda y hasta hace muy poco abogado de Vladimir Cerrón. Sonará inverosímil, pero hay partidos políticos y congresistas que con tal de defender intereses particulares, llegan a vender ideales y lineamientos partidarios con tal de verse beneficiados de cierto modo.
Y bueno, poco se podrá esperar del nuevo líder de la Defensoría del Pueblo. Con pensamientos conservadores y reuniéndose con grupos sociales por decir lo menos ‘cuestionables’, ya vemos una tendencia clara marcada para su gestión. Es por ello que la defensora encargada hasta hace unos días, Eliana Revollar, le puso fin a su carrera en dicha entidad por decoro. Puso fin a más de 20 años de carrera apelando a su dignidad y coherencia, lo cual es un gesto hoy por hoy poco visto en instituciones públicas o empresas privadas. Eso sí, en su carta de renuncia, Revollar fue sumamente clara al señalar que le deja a su sucesor una institución libre e independiente de poderes fácticos de turno. Como dirían la juventud hoy en día, un ‘turn down for what!’ contundente.
Ahora bien, si hacemos un repaso de todos los cargos o instituciones en las que el Congreso ya ha intervenido, la lista resulta preocupante: lograron cambiar la ley de SUNEDU para modificar la conformación del directorio, eligieron a 6 tribunos con claro corte conservador en varios aspectos para defender intereses particulares, el defensor del pueblo al gusto de algunas bancadas y falta 1 detalle más: el 7º magistrado del TC. Recordemos que el tribuno Ferrero Costa decidió dar por culminadas sus funciones al cumplir los 7 años exactos de su mandato. Aun cuando él podía ser en el cargo hasta que su reemplazo sea elegido, tomo la decisión de renunciar. Lógicamente, con esta nueva oportunidad que tiene el Congreso, desearán a como dé lugar asegurar los votos máximos de corte conservador dentro del TC dado que hay procesos que requieren incluso de 5 votos para poder obtener sentencia.
Una vez más, tendremos como ciudadanía que apelar a la vigilancia, alerta y denuncia de un nuevo intento de abuso del poder, cooptación de instituciones y priorización antojadiza de intereses particulares por encima del bien social. Parece un trance tan repetitivo en el Perú de los últimos 20 años que tristemente ya no sorprende. ¡A resistir!
Imagen tomada de https://tribulaciones.es/cooptacion-y-corrupcion/
