Por Ricardo Gálvez del Bosque
Este martes el Equipo Especial Lava Jato de la Fiscalía, junto a efectivos de la Policía, realizó un allanamiento a las empresas Vinci Highways Perú, Lima Expresa y el estudio de abogados Echecopar en el marco de las investigaciones que siguen por el caso que involucra a Susana Villarán.
Uno creería que dicha noticia debió darse hace casi una década, sin embargo, diez años después la fiscalía decidió hacer un megaoperativo para buscar pruebas de un delito cometido hace varios años.
La lógica y la razón nos hace preguntarnos, ¿alguien en su sano juicio espera que los involucrados en supuestos delitos guarden en su haber las pruebas que los incriminan durante diez largos años? ¿Qué esperan encontrar? ¿Una caja que tenga una etiqueta que diga “Documentos incriminatorios en orden alfabético y cronológico”? No, ¿no?
Supuestamente, un allanamiento es una medida sorpresiva que pretende agarrar a los inculpados con las manos en la masa, con las pruebas incriminatorias frescas antes de ser destruidas, ¿no? Entonces, ¿para qué tamaño espectáculo?
Bueno, para ser sinceros, sorpresa sí ha sido. Es que, resulta sorprendente que a estas alturas del proceso estén pretendiendo encontrar pruebas nuevas. Si así funciona el aparato de justicia en casos mediáticos, con esa lentitud asombrosa y con esa falta de criterio lógico, ¿qué podemos esperar de los casos en los que están involucrados comunes mortales sin fama?
Por otro lado, el caso de Susana Villarán es uno de los más redondos que tiene la Fiscalía en sus manos (luego del de Alejandro Toledo, por supuesto). Por tanto, resulta extraño y desconcertante que la Fiscalía no haya logrado condenas (más allá de las confesiones de implicados) y que siga dando vueltas en círculos inconducentes. Justicia que tarda, ¿es justicia?
Los representantes de las empresas allanadas, rápidamente salieron a aclarar que nunca se han negado a brindar la información requerida por la Fiscalía. Habría que preguntarles a los representantes del Ministerio Público, qué piezas les estaría faltando en sus rompecabezas para cerciorarnos si lo indicado por los involucrados es cierto o no.
Todo este espectáculo nos deja un sinsabor grande. Mucho ruido, mucho show y cero condenas. Finalmente, tras tremendos espectáculos que nos han brindado algunos, genera desconcierto saber que – a pesar de no lograr resultados concretos (dígase, condenas) – uno de los más mediáticos como José Domingo Pérez pretenda abandonar el barco del Ministerio Público para postular a ser juez.
¿Es en serio? ¿Hace el show, no consigue condenas, no cierra casos, y deja el caos al siguiente?
Imagen: Composición Punto Medio. Lima Expresa, Fuente: Lima Expresa. Susana Villarán: ANDINA/Norman Córdova, tomada de https://andina.pe/agencia/noticia-susana-villaran-cuales-son-los-delitos-se-le-imputa-941142.aspx