Por Ricardo Gálvez del Bosque
Hace pocos días, el intocable ex ministro Geiner Alvarado rompió su silencio en una entrevista a un medio televisivo. En ella dijo estar arrepentido de haber ocupado una cartera durante el desastroso gobierno de Pedro Castillo.
«Si hubiera sabido que tendría las consecuencias que estoy pasando, no habría aceptado el cargo.»
¿Ah sí? ¿Qué pensaba? ¿Que la cochinada iba a durar bastante y que iban a quedar impunes sus actos de corrupción? Bastante oportuno su arrepentimiento, ahora que purga prisión preventiva por los casos en los que se le investiga.
Recordemos que Alvarado fue uno de los ministros más longevos del gobierno de Castillo. Ocupó dos de las carteras con mayor presupuesto, la de Vivienda y la de Transportes y Comunicaciones.
Se le acusa de que en su gestión promovió el Decreto de Urgencia 102-2021, para así incrementar el presupuesto para la ejecución de obra pública y saneamiento en 500 millones de soles. Dichas obras habrían sido adjudicadas a favor de mafias cercanas al “gabinete en la sombra” Alejandro Sánchez, Salatiel Marrufo y el ex alcalde de Anguía José Nenil Medina.
Según testimonio de Marrufo, Alvarado entregaba 50 mil soles mensuales a Castillo para quedarse en su puesto, y que este dinero ilícito provenía de la empresaria Sada Goray quien habría abonado hasta 5 millones de soles al ministro para obtener favorecimientos millonarios de parte de su cartera.
Para colmo de descaro, Geiner Alvarado pretendió demostrar arraigo laboral alegando que tras dejar el Ministerio que infamemente ocupó había conseguido empleo en una empresa que fue favorecida por su famoso decreto. Es decir, sin sangre en la cara y con absoluta desvergüenza.
El arrepentimiento de Alvarado tiene menor valor que una moneda de 3 soles, dado que nunca sintió ninguna preocupación de permanecer en su puesto mientras estallaban las denuncias de corrupción que hoy está investigando la Fiscalía.
Resulta bastante extraño escuchar a gente involucrada en corrupción el sorprenderse ante las consecuencias de sus actos. ¿En serio creían que no les iba a pasar nada? ¿Tan seguros se sentían en el gobierno castillista? ¿El billete les mató el criterio?
Dada su situación, lo más saludable para él y el país es que termine confesando sus fechorías y facilite la acción de la justicia. Así, el arrepentimiento tardío ya no estaría sustentado solo en palabras que se las lleva el viento, sino en hechos concretos.
Imagen: Tomada de https://www.huaral.pe/geiner-alvarado-exministro-llega-a-la-sede-de-la-fiscalia-tras-ser-retenido-por-la-pnp/2023/