Por Gabriel Moreno Alcántara
No cabe duda que la noticia que Alejandro Toledo será al fin extraditado desde los Estados Unidos, ha devuelto la confianza en la ciudadanía que la Justicia tarda, pero llega. No olvidemos que tras haber postulado sin éxito a la presidencia del Perú en 2016, huyó del país a inicios del 2017 cuando los destapes e investigaciones en el caso Odebrecht salían a la luz y apuntaban a que Toledo y Karp estaban directamente involucrados. Tras los procesos administrativos y burocráticos de pedir una extradición de un connacional estando en otro país y una pandemia de por medio, el juez estadounidense decidió finalmente conceder la extradición.
Si bien hay un último hábeas corpus interpuesto por la defensa legal de Toledo en EE.UU., es cuestión de semanas para terminar de resolver las medidas. El expresidente sería entregado a las autoridades peruanas en un vuelo comercial y ni bien pise suelo peruano directamente apresado dado que la medida de prisión preventiva en su contra continúa vigente. Es muy probable que la prisión que lo aloje sea Barbadillo donde ya 2 expresidentes residen cumpliendo condena efectiva (Fujimori) y prisión preventiva mientras dure el proceso penal (Castillo), respectivamente. 3 expresidentes tendría el Perú arrestado y apresados en algunos meses. Sin duda alguna, un hito en lo que a Justicia se refiere. Y eso sí puede rescatarse de nuestro país: existen procesos y condenas a altas autoridades del aparato público, sin importar cargo, tendencia política, poder o cualquier otra índole.
El caso de Alejandro Toledo es uno en el que se ha logrado probar con sólida base el esquema de lavado de activos completo. Desde quién entregó el dinero (Odebrecht desde la ‘Caja 2’), cómo viajó y se lavó (Maiman, Costa Rica, la suegra, Ecoteva, etc.) y cómo regresaba a las arcas de Toledo o se materializaba en inmuebles para su goce (mansiones en Lima, casa en Punta Sal y propiedades en EE.UU.). Es por esta contundente carga probatoria que Toledo se ha rehusado en innumerables ocasiones a colaborar con la Justicia peruana; sabe que una vez llegue a manos de las autoridades peruanas no verá más las calles haciendo uso de su libertad. Y aun cuando Eliane Karp vaya a ser una sospechosa mucho más complicada de hacer volver al país, también enfrenta un proceso de extradición al Perú. No obstante, su nacionalidad belga le da cierta esperanza de poder huir y asegurarse la impunidad. Recordemos que Bélgica no extradita a l@s nacid@s en sus tierras.
Miles confiamos en poder ver a Toledo preso este año en nuestro país, respondiendo a la Justicia por todos los actos de corrupción y delincuenciales que cometió en nuestro país. No cabe duda que así mandatarios hayan afirmados ocupar el cargo “por el pueblo y para el pueblo”, cometieron delitos muy similares a mandatarios del otro espectro político. Ojalá y estos pequeños triunfos que se consiguen en la Justicia peruana logren hacer entrar en razón a futuro presidentes o altas autoridades porque de delincuentes que se desfalcan al país estamos HARTXS.
Imagen tomada de https://peru21.pe/politica/lavajato-ecoteva-yvan-montoya-alejandro-toledo-se-resiste-a-ser-entregado-noticia/