Por Ricardo Gálvez del Bosque
Tras elevarse, dramáticamente, el número de fallecidos a nivel nacional, ayer en la tarde renunciaron la Ministra de Educación y el Ministro de Cultura. Dichas salidas parecerían anticipar que el débil Gobierno podría desmoronarse en cualquier momento.
Ante esta crisis que nos hace pensar que el país es ingobernable, lo mínimo que uno esperaría es que el Congreso no eche más gasolina a la crisis. Pero el burro con el tiempo no mejora a caballo, así que nuestros congresistas decidieron volver a recordarnos por qué son detestados por la población. Y es que, minutos antes de las 2 de la tarde y mientras la violencia se apodera del país, decidieron rechazar el proyecto de adelanto de Elecciones Generales.
Así como lo lee, les importó tres rábanos la crisis política. Avanza País, Renovación Popular y Acción Popular, prácticamente le sacaron el dedo medio al país. Y por el otro lado, la izquierda que supuestamente está exigiendo el adelanto de elecciones, votó en contra del mencionado proyecto.
Las tres primeras bancadas mostraron, una vez más, que su intransigencia y mercantilismo fueron los principales soportes para Pedro Castillo. Y la izquierda mostró el doble rasero con el que siempre se manejan. ¡Más falsos que atún boliviano!
¿Cuál fue la ridícula excusa de la izquierda? Que el dictamen que rechazaron hacía que el cambio de mando sea en abril del 2024 al realizarse la primera vuelta en diciembre del 2023. ¿Y? Si la segunda vuelta sería en febrero, ¿qué esperaban? ¿Que el cambio de mando sea en marzo? ¿Ese fue el motivo para echarle gasolina al fuego? No, ¿no?
Luego salieron con la explicación de que ellos proponen que las elecciones se realicen en abril del 2023. Es decir, ahorita. Así como lo leen, la izquierda quiere imponer unas elecciones sin garantías, luego de que los organismos electorales les explicaran los tiempos mínimos que se necesitan para organizar los comicios. Les explicaron con manzanitas que no pueden cumplir ese cronograma, y les resbala. No les interesa.
Cierto sector de izquierda parece querer aprovechar la violencia y la crisis para meter de contrabando su proyecto de Asamblea Constituyente. También están interesados en volarse la presidencia de Dina Boluarte para que el caos les dé mayores oportunidades para imponer su tan ansiada nueva Constitución. Y, por qué no, proponer a un nuevo presidente a su gusto. Sigrid Bazán, muy suelta de huesos, hasta tuvo el atrevimiento de proponer a Susel Paredes.
Del otro lado, cierto sector de la derecha quiere aprovechar el despelote para pedir las cabezas del jefe de la ONPE y el Presidente del JNE. Estos personajes nefastos también se oponen a que se les recorte el mandato, se les acabe el sueldo, se terminen sus gollerías y se esfume su cuota de poder. Lógicamente, también se niegan a darse cuenta de la coyuntura en la que estamos. Y ni en sueños reconocen su responsabilidad.
Ambos sectores políticos intransigentes buscan aprovecharse de la situación. ¿El país? ¿Las muertes?¿Cómo nos afecta el día a día? Les llega. No les interesamos en lo más mínimo. Encima, con absoluta hipocresía ponen en el centro del Hemiciclo los nombres de los fallecidos y prenden velas. En vez de apagar el fuego, en el Congreso tenemos pirómanos en ambos bandos.
Imagen tomada de https://larepublica.pe/politica/congreso/2022/12/16/congreso-en-vivo-pleno-continuara-debate-de-adelanto-de-elecciones-este-viernes-tras-escuchar-a-entidades-electorales-pleno-del-congreso-hoy-reforma-constitucional-recorte-de-mandatos-ultimas-noticias/