Por Ricardo Gálvez del Bosque
Pedro Castillo le está pidiendo al Congreso permiso para viajar a la Cumbre del APEC que se celebrará en Tailandia en Noviembre. Las fechas se estarían cruzando con la cortísima visita de los miembros de la comisión especial de la OEA que él mismo requirió.
¿Cómo es eso? Castillo los invita pidiendo auxilio, los hace venir, ¿y se quiere ir a otro continente de paseo cuando lleguen sus “invitados”? Además, ¿cómo pretende irse de viaje tan lejos? ¿No teme perderse el “golpe” que dice que está sufriendo?
Uno puede entender que las ganas de conocer lugares lejanísimos, a los que uno nunca pensó poder ir en situaciones normales, sean inmensas. Y llegar hasta ahí en asientos de primera clase debe ser una experiencia muy agradable. Pero, no se invita a nadie si no planeas estar cuando llegue la visita. Un poquito de etiqueta no le vendría mal a Pedro Castillo. No cualquier día viene el Canciller de Cristina Fernández, su admirada comparable, para pasar por agua tibia las denuncias que tiene en su haber.
Por otro lado, si uno denuncia un golpe de estado inminente – porque, vamos, eso ha denunciado, ¿no? –suena poco lógico que te quieras ir cuando las papas queman. Uno no da alaridos desesperados indicando que “hace mucho frío afuera” e inmediatamente sale feliz a caminar calato por la calle, ¿o sí?
Por último, se entiende que al Presidente le parezca entretenido contar cuentitos a audiencias secuestradas, que se sienten atrapadas por la diplomacia, sobre tamborcitos o pollitos y sabe Dios qué. Sin embargo, habría que aclararle al Presidente que no volverá a encontrarse en un viaje con el Hermano Santiago. Por más de que lo busque por todo el mundo, encontrarlo será más difícil que verle la sombra al viento o pellizcar una ventana de vidrio.
Imagen: Tomada de https://peru21.pe/politica/pedro-castillo-oea-apec-congreso-tailandia-presidente-pide-viajar-a-pese-a-pronta-visita-de-la-mision-noticia/