Por Ricardo Gálvez del Bosque
El domingo, mientras salían a la luz los resultados de las encuestas de boca de urna y los conteos rápidos, Vladimir Cerrón – el twittero de Perú Libre que recibe un sueldo de más de 12 mil soles – se concentró en festejar el triunfo de Lula Da Silva en Brasil. Parecía que los resultados de su partido en los últimos comicios subnacionales no lo entusiasmaban demasiado.
¿Será que en esta oportunidad no podrá repetir su tan manoseada frase “Más allá de la victoria”? Efectivamente, Perú Libre habría perdido en todas las elecciones para Gobernadores regionales. Sin embargo, según Cerrón – con datos poco exactos, ya que parece que al final serían menos – su partido habría logrado ganar 3 alcaldías provinciales y 56 distritales, ¡y ese era motivo de celebración! Es decir, ¡festejan haber sacado el 2.96% de las alcaldías distritales y el 1.53% de las provinciales! ¡Mucho caldo para tan poco pollo! ¿No?
Sin embargo, cabe destacar que entre algunas de las poquísimas alcaldías que ganó Perú Libre se encuentran las que pertenecen al corredor minero. Obtuvieron la provincia de Cotabambas, así como los distritos de Coyllurqui y Chalhuahuacho (zonas de influencia del proyecto Las Bambas en Apurímac). Además, en Chumbivilcas ganaron 3 distritos claves que en sucesivas oportunidades han bloqueado carreteras durante sus protestas contra las mineras. Habrá que estar atentos a los premios consuelo obtenidos por el cerronismo. Es cierto que en los últimos 20 años el oficialismo no logra tener éxito en las elecciones subnacionales. Pero, ¿Perú Libre no se autodenomina el verdadero representante del pueblo?
Luego, el martes, el influencer favorito de Perú Libre llegó a sentenciar lo siguiente:
“Estoy seguro que (sic) a Lima le espera un gobierno nefasto, improvisado, represor, homofóbico, misógino, xenófobo, al servicio del fundamentalismo y del gran capital explotador. Ambulantes, taxistas, pequeños empresarios, migrantes y provincianos de los conos, serán primeras víctimas.”
¿Qué pasó? ¿De qué nos perdimos? ¿El burro hablando de orejas? A ese tuit le faltaron kilos de queso parmesano y un horno gigante. Como escribió Renato Cisneros «pareciera que está pasando lista a los militantes de Perú Libre que pasaron por el gabinete». Cualquiera que leyera el ideario programa de Gobierno de Perú Libre podría decir de éste exactamente lo mismo que mencionó en su tuit.
¿Será posible que no se dé cuenta de que está criticando sus propias ideas? Dado que él mismo calza en su propia definición de “caviar” (por vivir del Estado, en su caso, parasitando), quizás ha perdido un poco la brújula. Aunque, claro, no se pierde lo que nunca se tuvo.
¡Hasta más allá de la victoria era ir hasta la derrota! ¿no?
Imagen: Presidencia de la República.