¿Qué nos pasa?

Ago 21, 2022 | ◉ Puntos de Vista

Por Ricardo Gálvez del Bosque

Ante la desproporcionada cobertura mediática que se le da a la liberación de un condenado por asesinato de policías, nos preguntamos, ¿qué nos pasa como sociedad? Muchos a modo de chiste hablan de la posibilidad de que un delincuente puede fungir de líder político en un país que no sabe cómo caer más bajo. Y entre broma y broma la verdad se asoma, ¿no?

La victimización parece ser parte de nuestra mentalidad cuando asumimos como cierto el relato de que somos los mártires de los actos de grupos y/o personas que nos han perjudicado a lo largo de nuestra historia. Algunos siguen culpando a los españoles y al virreinato, otros a los chilenos de la Guerra del Pacífico. Algunos, con pensamiento más contemporáneo le echan la culpa de nuestras desgracias a Velasco, al alanismo, al aprismo, al fujimorismo o al antifujimorismo. Son otros los culpables de nuestra lamentable situación política. No nosotros, otros.

Lo cierto es que Velasco falleció, Alan se suicidó, Fujimori está en la cárcel, Toledo está en proceso de extradición, PPK es solo un mal recuerdo. Y que, cuando hemos creído que nos hemos librado de esos males, surgen casi de inmediato nuevos cucos a quienes les abrimos las puertas para volver a caer en la misma situación lamentable. Entonces, ¿los culpables son ellos o nosotros mismos?

Hace algunos años, las personas elegidas terminaban delinquiendo tras acceder al poder. Ahora, resignados, parece que queremos dar un salto hacia adelante, buscando de antemano liderazgos políticos que ya vengan con prontuario incluido. Terminamos actuando como si fuéramos moscas atraídas por el hedor de la descomposición política y moral. O como si estuviéramos resignados a pensar que no podemos ni debemos escapar de futuras autoridades electas con antecedentes delictivos.

Creemos que la solución es buscar inhabilitar las futuras candidaturas de este tipo de personajes. Nos sentimos tranquilos cuando ponemos un candado legal a que un asesino no pueda acceder al poder. Si postula un delincuente o desquiciado, ¿no deberíamos descartarlo de plano?

¿Por qué tenemos que esperar con cámaras y hacer un show televisivo de la salida de prisión de un asesino de policías? ¿Por qué necesitamos saber cuál es su análisis político coyuntural? ¿Por qué no tratamos este evento como una noticia más del montón, para luego pasarla a la sección de irrelevancia que debería tener?

Si una persona es exitosa en lo que hace, cree en las instituciones y la metritocracia, es honesta y honrada, ¿por qué la atacamos y nos burlamos de ella? ¿Por qué descartamos un liderazgo así y preferimos a un simpático delincuente con picardía? ¿Estamos autosaboteándonos para poder seguir viviendo bajo la narrativa de la victimización?

Si es así, ¿llegará el momento en que será menos importante observar las elecciones internas de los partidos políticos que pararnos en las puertas de los penales y los manicomios para encontrar futuros presidenciables? ¿Dejaremos de analizar planes y hojas de vida (si es que lo estamos haciendo, claro) y nos pondremos a revisar antecedentes y prontuario?

¿Cómo no va a sentir, nuestro actual Presidente, que la crisis es producto de la discriminación hacia su persona si es que siempre buscamos a políticos delincuentes y a él no lo dejamos robar tranquilo?

Si esto no es tocar fondo, ¿qué lo es? ¿Podemos asumir nuestra responsabilidad o aún no llegamos a ese grado de madurez?

 

Imagen: Andina. Tomada de https://rpp.pe/economia/economia/mas-de-la-mitad-de-peruanos-no-trabaja-en-lo-que-estudio-noticia-1051810

Autor

  • Es Administrador de la Universidad de Lima y Magíster en Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la PUCP. Ha trabajado en empresas del Sector Financiero, Seguros y Venta Directa en las áreas de Marketing, Planeamiento Comercial y Compras. Realizó su Tesis de Maestría investigando el comportamiento de los parlamentarios ante las reformas de financiamiento político. “Punto Medio” es el espacio donde vierte sus opiniones, comparte su análisis político y nos da a conocer sus puntos de vista y conocimientos sobre esta pasión que siempre lo acompañó desde joven.

    Ver todas las entradas

Más para leer

Nos cobran y nos desprecian

Nos cobran y nos desprecian

«¿Qué clase de contrato social es este en el que financiamos a corruptos que favorecen a las economías ilegales y delictivas, solo para recibir su desprecio a cambio?»

No hay coronas

No hay coronas

Resulta imperativo ser responsable y exigir investigaciones transparentes para saber por fin la verdad, caiga quien caiga.

La Señora Lunes

La Señora Lunes

«¿A qué mente brillante se le puede ocurrir que sería una buena idea poner a la presidente tirando caramelos como si fuera una piñata?»