Por Gabriel Moreno Alcántara
La semana pasada, el presidente Pedro Castillo nos sorprendió con otra noticia que ha generado un amplio espectro de reacciones; entre ellas, incertidumbre, temor, ansias y respaldo. Al cierre del XV Consejo de Ministros Descentralizado celebrado en Yauyos, manifestó ante la prensa que el discurso de 28 de julio traerá: “más que una sorpresa” (ver noticia aquí). Ahora bien, es ya conocido que el presidente tiene una serie de falencias y complicaciones al momento de estructurar sus mensajes, entonces surge la duda sobre si se refiere a estrategias para defender su gestión y gobierno, o si revelará proyectos de ley y demás propuestas que permitan hacer frente a las crisis que especialistas alertan desde hace varias semanas.
Más allá de llamar ‘sorpresas’ a lo que podría incorporar en su mensaje, preferiría reemplazarla por ‘urgencias’, que es lo que todxs lxs peruanxs necesitamos hoy en día. A manera de ayuda para el presidente Castillo, aquí me permito citar algunas ideas que debería considerar:
- Cambio de Premier y de varios ministros: desde hace varios meses venimos insistiendo desde Punto Medio que la permanencia del señor Aníbal Torres en el premierato es insostenible. En abril, fue él junto a sus ministros quienes avalaron un toque de queda de 24 horas que carecía de toda constitucionalidad y a la fecha no ha pasado de una interpelación. ¿Por qué? Porque en el Congreso están aterrados a perder el primer comodín para censurar primeros ministros y que caiga el gabinete en pleno. Este impasse, las declaraciones desafortunadas sobre Hitler, las burlas con adjetivos a autoridades de todo espectro y la débil muñeca para lidiar con problemas sociales (minería) y urgencias económicas (eventual crisis alimentaria y reactivación económica tras salir de una pandemia), lo hacen no merecedor del alto cargo que ejerce.
- Plan de acción contra la crisis alimentaria: urge que el presidente Castillo se asesore de una buena vez junto a sus ministros sobre cuál será el plan de contingencia más eficaz ante la inminente crisis alimentaria por la escasez de fertilizantes a nivel mundial para el agro peruano. Justamente, estamos ingresando a la semana central de las cosechas en el país, donde miles de miles de productos del agro quedan listos para su distribución, transformación y venta final. No obstante, ¿cómo prepararán l@s campesin@s y demás afines al sector agrario sus tierras? Sin la urea, la tierra no podría prepararse adecuadamente para la siembra y los tiempos ni el clima esperan hasta que llegue la alternativa. ¿Tendrá el Ejecutivo un plan en marcha para comentarlo al país en pleno el día 28 de julio? Esperemos que así sea; caso contrario, se avizora un crítico panorama en la segunda mitad del 2022.
- Cambio de rumbo frente a la corrupción: miles de peruanxs creen que la corrupción está ya enquistada en el mismo presidente Castillo y sus funcionarios y personas más allegadas. No dejan de poder tener razón al respecto, pero será la justicia quien se encargue de investigar, probar y sentenciar todos esos casos. Sin embargo, la débil lucha frente a estos actos que arrecian notoriamente en el aparato público debe cambiar de manera urgente. Un exministro y un exsecretario de Palacio fugados de la Justicia… ¿cuántos más deben hacer lo propio para que reaccionen? Las personas están hartas de este lastre enraizado en todo el Perú.
- Proyectos de reforma constitucional en materia política: considero que es el gran momento del presidente Castillo para presentar un paquete de proyectos que permitan iniciar de una buena vez una reforma que se pide a gritos. La bicameralidad ya avanza en el Congreso, pero hay temas como impedir que en el último año de mandato un gabinete no pueda ser censurado (tal y como sucede con no poder disolver el Congreso en ese mismo momento político), instaurar el juicio político para procesar a un presidente por temas de delitos comunes dentro del tiempo de gestión, modificar la palabra “moral” por “mental” en la causal de vacancia presidencial, devolverle la reelección parlamentaria si y sólo si se puede incorporar la figura de renovación por partes del parlamento (cada 2.5 años), y hasta incluso eliminar el antejuicio cuando se traten de pedidos fiscales o judiciales para poder procesar a un alto funcionario o exfuncionario. Hoy en día, tanto el antejuicio para temas políticos como para temas judiciales pasan por el Congreso y se viene viendo que el mecanismo se usa con intereses muy particulares. Fuera de estas ideas, un proyecto similar al de Vizcarra de reducir el tiempo de este periodo de gobierno de 5 años a un plazo mucho menor sería harto apoyado si se considera que se deben ir todos y vaya el país a nuevas elecciones generales.
No sabemos si alguno de estos puntos u otros estén considerados en dicho mensaje. Aún faltan 5 semanas para tal momento, pero sí se esperan cambios e ideas para salir de este hoyo de crisis y corrupción en el que viene sumergido el Perú. Ojo, el punto crítico pasa por la segunda propuesta. El pueblo peruano se manifiesta hace varios meses contra los poderes estatales y está bien que lo hagan porque es parte de su libertad y lo ampara la propia Carta Magna. Incluso se ha sobrellevado con mucha rabia tantos actos delincuenciales que se conocen semana a semana con la esperanza que llegará el momento que los culpables paguen por ello, pero si hay algo que la sociedad no va a tolerar ni por un instante es el hambre en los estómagos de las personas. La crisis alimentaria puede pegar duro y si el gobierno no actúa rápido, las protestas masivas a nivel nacional pueden terminar con decenas de muertes lamentables que se traerán abajo al gobierno. La advertencia está dada; ojalá evitemos una vez más llegar a episodios oscuros de nuestra historia reciente.
Foto: José Vidal / Juan Zapata. Tomada de https://agenciapresentes.org/2020/11/11/crisis-politica-en-peru-el-nuevo-presidente-juro-por-la-iglesia-con-un-gabinete-antiderechos/