Por Gabriel Moreno Alcántara
A poco más de 5 semanas para que se dé la elección de la nueva mesa directiva del Congreso, toma un interés especial el trasfondo de esta importante cita electoral en la interna del Legislativo. Desde este medio ya hemos comentado sobre el pacto que tomaron las bancadas que hoy tienen la dirección de la mesa: Acción Popular la presidiría en el periodo legislativo 2021-2022 y sería turno de Alianza para el Progreso conducirla en el periodo 2022-2023. Es lo que se prevé suceda, es por ello que comienzan a sonar apellidos de congresistas de dicha bancada. ¿Los más populares? Chiabra, Echaíz, Salhuana y hasta el mismísimo hermano del fundador del partido: Héctor Acuña. No obstante, ese es el plan de las bancadas de derecha y centro que en ese momento tenían poder y hasta composición distinta. Hoy en día, ¿cuál sería su principal rival? La izquierda dentro del Congreso.
Durante estos casi 11 meses de periodo del presente cuerpo congresal, el desmembramiento de la bancada original de Perú Libre ha sido sumamente notorio. Comenzaron 37 parlamentarios dentro de la bancada y hoy quedan sólo 16; 21 pérdidas. No obstante, ¿son estas pérdidas en la bancada primigenia un real debilitamiento en el voto duro de la izquierda en temas nucleares? Considero que no. Hagamos memoria, el primer bloque que se alejó de la bancada del lápiz fue el bando que lidera Guillermo Bermejo, mismo que se llama “Perú Democrático” y que congrega a 7 parlamentarios. El siguiente grupo numeroso que se separó de la bancada oficialista fue el bloque completo de maestros que llegaron al Congreso siguiendo el proyecto de Pedro Castillo mismo. Esta nueva bancada la conforman 10 congresistas y se llama “Bloque Magisterial de Concertación Nacional”. Finalmente, hace 2 semanas y tras la segunda votación de la contrarreforma universitaria, hubo un grupo de 5 congresistas que renunciaron (3) y que fueron “invitados a retirarse” (2). Estos cinco parlamentarios formaron la más reciente bancada que lleva por nombre: “Perú Bicentenario”. Cabe mencionar que el exministro MIDAGRI, Óscar Zea, también renunció a la bancada del lápiz, pero se mantiene como independiente.
Aunque notorias y muchas de estas renuncias ocurrieron en medio de un escándalo o contundente acto de discrepancia congresal, tengo una teoría que no estaría muy lejos de la realidad. Para poder dirigir la mesa directiva del Congreso debes pertenecer a una bancada formalmente inscrita. Hoy el bloque de la izquierda tiene 4 bancadas vinculadas al fraccionamiento de Perú Libre y 1 bancada más que ha sido aliada desde un inicio: “Cambio Democrático” (ex Juntos por el Perú). En consecuencia, la izquierda dentro del Congreso podría tranquilamente negociar entre los caudillos de sus bancadas una fórmula multipartidaria para presentar una lista que busque presidir la mesa y que sabemos que se llevaría 43 votos fijos. Ahora bien, si le sumamos el voto de 2 independientes que están muy afines a la izquierda: Zea y Picón, los “Niños» de la lampa muy afines al presidente y que, así prometan dentro de su bancada apoyar la fórmula de derecha, en el silencio ante la cédula dentro de la cámara pueden marcar lo que ellos prefieran, pueden conducir la suerte de la mesa a una dirección no esperada. Sólo sumando estas posibilidades ya alcanzarían los 51 votos. Es cierto que aseguras la mesa con 66 votos, pero no sabemos qué otras negociaciones puedan pactarse en secreto. No sabemos cómo voten los 3 Morados, los ex Podemos (con Wong siempre muy afín al Ejecutivo), Somos Perú que está dividido en apoyo y algunos congresistas más a los que se les siente incómodos dentro de sus bancadas (Huamán en Fuerza Popular, Julón en APP, entre otros). Son 15 votos de diferencia en este cálculo, sin contar posibles blancos/viciados. No olvidemos que los grupos de derecha buscarán perfilar a un presidente del Congreso que pueda tener el perfil de tomar las riendas del país ante una eventual vacancia o suspensión del presidente Castillo.
Ahora bien, una cuestión clave que deben asegurar las bancadas de centro-derecha es lograr convencer a “Renovación Popular«, de ultra derecha, a no presentar su propia lista de candidatos como lo hizo en el 2021. Aun cuando en estos meses se haya notado que FP, RP y AvP votan en bloque, se sabe que la agenda y principios de la bancada que dirige Montoya son los más rígidos del actual Congreso. Si esta vez decidiesen ir por la misma línea, la estrategia de AP, APP y otros podría entrar en problemas y dependerían también de alianzas con las bancadas o parlamentarios no agrupados que estén aún en dudas. Como de costumbre, se negociarán apoyos en proyectos de ley, apoyos a acusaciones constitucionales, reformas constitucionales e incluso denuncias de la Comisión de Ética. Todo se cocina y negocia dentro de las salas parlamentarias, de eso no les quepa duda. La clave fundamental del grupo de centro-derecha es elegir con madurez y responsabilidad quién será el elegido para la fórmula de la mesa directiva. Considero, en lo personal, que Roberto Chiabra sería una opción sensata, estratégica y popular. No olvidemos que en la idiosincrasia peruana existe siempre una especial consideración por miembros o exmiembros de las FF.AA., considerando el don de mando, rectitud y la sensación de protección. Atentxs estemos a las movidas que se den en las próximas semanas, pero sí siento que los hermanos Cerrón continúan tramando y adhiriendo votos a su bloque, ya lo consiguieron con toque quirúrgico para bloquear los 87 votos para vacar al presidente; no sorprendería que esté haciendo lo propio para ponerle trabas a sus rivales políticos de cara a la mesa directiva.
Imagen: EFE, Tomada de https://rpp.pe/peru/actualidad/votacion-en-el-congreso-refleja-division-en-peru-libre-y-apertura-de-otras-bancadas-dice-analista-omar-awapara-noticia-1367450