Por Ricardo Gálvez del Bosque
Luego de que una periodista le increpara sobre frases que él mismo habría escrito en su Facebook haciendo apología al terrorismo, Guido Bellido decidió negar lo que afirmó en dicha entrevista y desconocer el contenido de su cuenta en la red social de manera descarada. En sus redes, varias veces ensalzó a militantes de Sendero Luminoso y también lanzaba comentarios machistas y misóginos. No estamos hablando de un niño ignorante y sin formación, hablamos de un adulto en pleno uso de sus facultades expresando sus verdaderas opiniones personales. Aún así fue nombrado Presidente del Consejo de Ministros del Gobierno de Pedro Castillo. Era pues, la cuota de Vladimir Cerrón.
A pesar de que la congresista Chirinos comentó que Bellido le dijo que solo faltaba que la violen, el Congreso le dio la confianza a ese primer Gabinete de Ministros que éste presidía. En dicho grupo de ministros había también muchos con denuncias por violencia familiar y otras perlas más. Hay que señalar que, en el debate de investidura, Chirinos solo insinuó el maltrato que obtuvo del Sr. Bellido, pero a los pocos días expuso dicho episodio con detalles ante la prensa. Igual, a nadie se le movió una ceja. Escándalo de unos días, nomás. Hasta las feministas bajaron la cabeza. Un agresor dentro del Gobierno de Castillo resultó ser algo intrascendente, común, regular.
El domingo pasado, Panorama mostró unos presuntos chats en los que se mostraría que Guido Bellido habría promovido la contratación de su ahijado, Daniel Abarca, para que ocupe el puesto de asesor en un ministerio a cambio de favores (un departamento para que se pueda alojar). Los chats también mostraban que el ex PCM Bellido solicitó pasajes aéreos para trasladar de Huancayo y Lima, nada más y nada menos, que al ahora detenido “Pinturita” (que estuvo prófugo de la justicia hasta hace poco por el caso “Los Dinámicos del Centro”).
Según Caretas y La República, en un chat del 7 noviembre del año pasado, el ahijado le habría dicho a Bellido que un empresario le estaba pidiendo prostitutas y que ese servicio sería “cargado” a su cuenta. ¿Cuál habría sido su respuesta? “Dale, ahí la vamos a hacer linda”.
¿Con qué más se gana el ex aliado de Mendoza y compañía? Pues, según denuncia la pareja de su ahijado Daniel Abarca, éste le mandaba fotos íntimas de su pareja al congresista Bellido. Unos caballeritos, dignos de ser respaldados por Durand – la ex ministra que prometió solucionar este comportamiento nauseabundo con “cursitos” para los ministros – y sus aliadas de izquierda. Una lástima cómo brindaron apoyo ciego a personajes como Guido Bellido, quien ya demostraba desde antes de asumir el premierato actitudes que hacían que muchos lo calificaran de “impresentable”. En fin.
Al ser congresista, será difícil que se le pueda sancionar por el supuesto delito de tráfico de influencias que podría tener en su haber. Es que, otorongo no come otorongo, y cualquier levantamiento de inmunidad parlamentaria pasa por el visto de bueno del Congreso. Y si Mamani nunca tuvo mayores problemas, no vemos como Bellido sí podría tenerlos.
Es lamentable que el Presidente Castillo se haya rodeado con personajes como este, y que persista en mantener a individuos de similar reputación en su entorno. Este es el Gobierno que dice indignarse – para las tribunas – de las violaciones a menores ofreciendo castraciones químicas post-ataque.
Castrar es “extirpar”, y más bien el Gobierno debería extirpar a individuos como Bellido de la cúpula de poder. Sin embargo, en palabras del impresentable ex ministro, pareciera que están más concentrados prostituyendo y copando el Estado, haciéndola linda. Es que sienten que nadie les pondrá el pare.
Foto: Twitter de Guido Bellido.