Por Ricardo Gálvez
Tras el destape del testimonio de Karelim López ante la Fiscalía, ayer el ambiente en el Congreso estaba más movido que maraca de brujo. ¿Qué nos han demostrado los congresistas con sus actitudes, salidas, propuestas y votos? Bastante, y es que, si existiera una universidad especializada en formar torpes la mayoría en el Parlamento podría ser nombrado doctor honoris causa.
¿A qué juega Acción Popular?
Las acusaciones de Karelim López sobre una mafia enquistada en el Ministerio de Transportes, encabezado desde 28 de julio del año pasado por Juan Silva, tan solo eran la cereza del helado. Dicho ministro ya tenía en su haber una extensa lista de denuncias, y hace bastante tiempo su censura se caía de madura. Sin embargo, esta demoraba porque – según algunos congresistas – Silva estaría comprometiéndose con algunos parlamentarios en darles “obras” para sus regiones. Tras las declaraciones de Karelim, el blindaje del Congreso se hizo más escandaloso y vergonzoso, sobre todo luego de que se filtrara que habría 5 congresistas de Acción Popular – “los niños” – colaborando con esa “mafia”.
El día de ayer se iba a votar la censura del Ministro, y en el debate Acción Popular se sinceró y anunció que – a pesar de todas las escandalosas denuncias – votarían en abstención. ¿Cómo? Así como lo leen, en abstención. Tristemente se pusieron en evidencia, y encima lo hicieron en vano ya que el Presidente anunció, minutos más tarde, que “aceptaba” la renuncia del Ministro a quien le agradeció por su trabajo (Ojo: no lo removía. Y encima le agradecía).
También circuló en las redes un Comunicado de la bancada de Acción Popular, respaldando a todos los integrantes del grupo parlamentario y rechazando las declaraciones de Karelim López. Una vergüenza.
Intenciones traicioneras
La Subcomisión de Acusaciones Constitucionales (SAC) declaró procedente la denuncia contra el Presidente Castillo por traición a la patria e infracción a la Constitución. La votación terminó en un empate (en el que un congresista de Acción Popular jugó a favor de Castillo) y la presidenta de la SAC tuvo que usar su voto dirimente. Es decir, se aprobó raspando y a las justas.
¿Acusar de traición a la patria a Pedro Castillo por lo que dijo en una entrevista sobre darle salida al mar a Bolivia? ¿En serio esa es la mejor estrategia del Congreso? El mecanismo que estarían activando está basado en un argumento más ridículo que tomar una sopa con tenedor, y resulta ser más lento que patada de astronauta (puede durar 3 meses):
- El informe que se aprobó ayer se tendrá que mandar a la Comisión Permanente del Congreso.
- Si ésta la aprueba, le devuelven el informe a la SAC para que en un plazo de dos semanas se inicie un proceso investigador, en el cual el denunciado puede participar.
- Luego de esto, el delegado que lideró la investigación entregaría un Informe Final indicando si es que considera si procede la acusación.
- Dicho informe deberá ser aprobado por la SAC.
- Si es aprobado se manda a la Comisión Permanente, la cual debe de votar a favor o en contra del mismo.
- Luego pasa al Pleno del Congreso. En el caso de la acusación de “traición a la patria”, se necesitaría una votación de la mitad más uno (excluyendo a los miembros de la Comisión Permanente) para que sea aprobado el antejuicio político.
- Con esa aprobación, el Congreso puede “suspender” al Presidente Castillo, mientras derivan el caso a la Corte Suprema para que lo juzguen.
¿Tanta ida y venida para “suspender” a Castillo por un “delito” que no ha cometido? Mucho caldo para tan poco pollo. Porque, vamos, la Presidencia de Castillo es una desgracia y deberían buscarse salidas constitucionales a esta crisis…pero, ¿considerar su declaración – ignorante e irresponsable – un acto de traición a la patria? ¿No se dan cuenta que, cuando la Corte Suprema lo absuelva, deberá ser repuesto en un aura de victimización? ¿En qué están pensando?
¿Hacia dónde nos lleva la oposición?
Estos hechos nos evidencian que:
- La oposición anda perdida: no tiene cohesión, va sin rumbo, está mal asesorada, no sabe qué inventarse.
- Hay parlamentarios negociando por lo bajo a cambio de determinados favores. El Congreso no está interesado en fiscalizar absolutamente nada.
- No tienen los votos para reformar la Constitución y permitir que el Presidente pueda ser acusado por delitos asociados a la corrupción. Esta propuesta la podrían haber concretado ayer, pero están en otra. No les interesa ir por el camino correcto.
- No tienen los votos para conseguir la vacancia de Castillo.
¡Ampay! La oposición está perdida. Así, Castillo seguirá haciendo de las suyas con absoluta impunidad. Y nosotros seguiremos viendo cómo, escándalo tras escándalo, la situación política se va deteriorando más.
Foto: Fuente Congreso.