Una respuesta usual de los funcionarios de este Gobierno ante las denuncias públicas es que la situación está “en evaluación”. ¿Qué significa eso? Para cualquier persona, que algo esté siendo “evaluado” significa que se están tomando en cuenta las críticas, que se está investigando sobre la validez de las mismas y que finalmente se tomará una decisión al respecto. Sin embargo, para el Presidente Castillo, la frase se ha vuelto una justificación gaseosa que le permite al gobernante seguir flotando en la indecisión como si no pasara nada.
Aníbal Torres, el nuevo PCM, ahora usa esta frase cortante para poder salir del apuro. El ex Ministro de Justicia que ha acompañado a Pedro Castillo en todos y cada uno de sus gabinetes, y que sabe de las carencias que tiene el Presidente, pretende esconder el polvo debajo de la alfombra y salir del apuro con comentarios como éste.
Ante la permanencia de un impresentable mercachifle en el Ministerio de Salud, Torres le dice a la prensa y la opinión pública que el funcionario está “en evaluación”, creyendo que con dicha frase se perdona la indiferencia de Castillo hacia la mayor preocupación de la población: la salud pública. Mientras tanto, funcionarios del MINSA aceleran sus propias evaluaciones, renunciando masivamente a sus puestos dentro de dicha institución. En los últimos días, el viceministro de Salud – encargado del programa de vacunación – y todo el equipo consultivo de dicho programa no han dudado en presentar sus renuncias al Ministerio que hoy es encabezado por un personaje nefasto asociado de Vladimir Cerrón.
Uno se pregunta, ¿cómo es posible que Pedro Castillo no se dé cuenta del impacto que tienen sus nefastas indecisiones? ¿Cómo puede mantenerse en la indefinición cuando se está poniendo en riesgo la salud de todos los peruanos? ¿Qué tanto tiene que “evaluar” para darse cuenta que está haciendo un papelón mayúsculo manteniendo a Condori en la cabeza del MINSA?
El poder parece haber nublado la mente de quienes hoy lo ostentan con absoluto desprecio hacia sus gobernados. La única manera en que la respuesta de Aníbal Torres pueda generar algún tipo de esperanza es que ésta venga ante la pregunta: “¿El Presidente está pensando en renunciar al cargo?”. Esa “evaluación” será bien recibida, no nos queda duda.
Foto: Andina