¿Por qué no nos acostumbramos a elaborar reglas racionales que se deben de cumplir y que en caso no sucedieran, obtengan sanciones efectivas y reales? ¿Por qué nos encanta engañarnos?
Nos hemos acostumbrado a ver calles llenas de muros con líneas amarillas y letreros de “No estacionar” llenecitos de carros, ¡hasta con cobradores y lavacarros! Cruceros peatonales que no se respetan, semáforos prendidos indicando lo contrario a lo que te dice un policía de tránsito, toques de queda ridículos que nadie respeta, prohibiciones de reuniones familiares (en Decretos Supremos) que ni el propio presidente respeta…¡en fin! Las leyes y normas no son obligatorias, terminan convirtiéndose en puras “sugerencias”.
Así, se ha generado una costumbre muy arraigada entre los peruanos de que la ley o la norma es letra muerta, solo la cumplen los tontos. Esto se da en parte porque muchas de ellas se hacen sin ningún sentido racional, desde puestos políticos sin legitimidad ni credibilidad, y también por el hecho de que el propio Estado que debería fiscalizar su cumplimento – además de no hacerlo, ni poder imponer sanciones eficaces – es el primero en incumplirlas.
¿No es hora de romper ese círculo vicioso para tratar de comportarnos como si fuéramos una sociedad más civilizada, en la que cada uno sabe qué se debe y qué no se debe hacer? Urge que nos respetemos unos a otros y para esto, quizás, los primeros pasos deberían ser los siguientes:
- Normas claras, racionales.
- Sanciones eficaces.
- Autoridades consecuentes que las cumplan y hagan cumplirlas.
¡Basta ya de criolladas!
Foto tomada de: https://www.google.com.pe/amp/s/gestion.pe/peru/navidad-y-ano-nuevo-toque-de-queda-sera-desde-la-1-am-a-4-am-anuncia-hernando-cevallos-covid-nndc-noticia/%3foutputType=amp