El ex presidente Martín Vizcarra, descolocado por haber dejado de ser el foco de atención de todos los peruanos, ha dejado un mensaje en redes pretendiendo que su situación nos apene y congoje. Según él, se le estaría impidiendo “comprar un presente” por Navidad ya que su carnet de vacunación indica que solamente ha recibido una sola dosis de la vacuna de Pfizer. Es decir, solo figura su vacuna formal y transparente.
Una lástima, ¿no? Como muchos recuerdan, durante su presidencia y por lo bajo, se colocó dos dosis de la vacuna de Sinopharm cuando ésta aún no había sido aprobada. Usó su puesto para beneficiarse él mismo, y logró que ese favor también cubriera a su hermano y a su esposa. Su vacunación clandestina hizo que estallara el escándalo conocido como “vacunagate”.
Lo que hizo Vizcarra fue inmoral y vil. Utilizar su puesto para pedirle favores a un futuro proveedor del Estado no es cualquier cosa. Hacerlo mientras cientos de miles de peruanos morían en las calles o sin atención médica gracias a su desastrosa gestión durante la pandemia es considerado por muchos como una demostración de la poca moral que tiene el personaje. Pero ya fue el colmo que, a pesar de las pruebas contundentes, este señor tenga la desvergüenza de negar los hechos con un cinismo asombroso.
Ahora, su patético mensaje, nos lo pinta de cuerpo entero. Pretender dar lástima porque está pagando las consecuencias de su traición nos muestra que ni siquiera tiene contacto con la realidad, no ha reflexionado, sigue con un círculo mediocre de ayayeros que no le dicen la verdad en su cara.
Tener ese tipo de líderes políticos es lamentable. Ojalá se siga desprestigiando y no termine siendo, en algún momento, el mal menor de otro desastre. Su situación no da lástima, da vergüenza.
El Perú no era primero, como decía él durante su Gobierno. Primero era Martín, y el resto…¡suerte!
Foto: Pantallazo al mensaje de redes de Martín Vizcarra.