El día de ayer, en el Pleno del Congreso, se cayó la moción de censura que promovían el congresista Bermejo, la bancada de Juntos por el Perú y una parte de Perú Libre contra Maricarmen Alva. Lo interesante de esa votación es que desnudó algunas peleas de los aliados – pegados con babas – del Presidente Castillo, ya que obtuvo 83 votos en contra y 16 abstenciones del sector cerronista de la bancada oficialista. Tras la victoria de Alva, una imagen que se ha viralizado en redes ha generado polémica: su abrazo efusivo con Bellido.
¿A qué se debió esa abstención? ¿Por qué sacó tanta roncha la imagen – tras la votación que salvó a Alva de la censura, provocada por los dimes y diretes de políticos españoles con ideologías opuestas – de Bellido abrazado de la Presidenta del Congreso?
Acostumbrados a las teorías de conspiración, surgen de inmediato miles de hipótesis que hablan de un acercamiento entre Acción Popular y Perú Libre, intercambios de favores, acuerdos bajo la mesa, y un sinfín de especulaciones. La reacción de piconería y molestia de la congresista Bazán, quien se acercó para increparle algo a Bellido tras la votación, creemos que da algunas luces sobre lo que ha sucedido y lo que vendrá más adelante.
En este caso, quizás lo más certero sería utilizar la “navaja de Ockham”. Ese principio, que data desde el siglo XIV, nos dice que para entender un fenómeno que tiene muchas hipótesis, a veces la explicación más simple resulta ser la más exacta.
Para nadie es sorpresa de que existen varios bandos enfrentados entre el oficialismo: Perú Libre tiene un ala más pegada a Castillo, otra en la que lideran los Cerrón y Bellido, y los mendocistas son los aliados detestados por este último sector. Que la presidencia del Congreso se mantenga en manos de Alva, le resultaría indiferente al sector cerronista. El interés de ese grupo es el de expectorar de la cúpula del poder a los aliados de Castillo que, según ellos, habría “caviarizado” al Gobierno.
Entonces, si la iniciativa viene de ese grupo “caviar” (usando la lógica de Cerrón y compañía), el mensaje que habrían querido dar desde el grupo cerronista sería bien claro: “no importa lo que propongan, señores caviares, si la decisión no parte de nuestro lado y en coordinación con nosotros, les vamos a dar la contra”. Es decir, “o es con nosotros, o no van a ningún lado”. Ésta habría sido una demostración de fuerza, que a su vez lograría lo que hace tiempo vienen anunciando querer hacer: que los que no se acomoden a esta lógica se retiren de la bancada. Las consecuencias empiezan a materializarse, ya van 3 congresistas de Perú Libre que han entendido claramente el mensaje y han renunciado a la bancada por la que fueron elegidos.
Tras esto, ya empezaron a hacerse públicos los enfrentamientos entre mendocistas y cerronistas. Termina siendo irónico leer y escuchar los ataques furibundos de los simpatizantes de Mendoza hacia Bellido. ¿Quién se hubiera imaginado? Resultó que, para ellos, sus denuncias por apología al terrorismo y misoginia eran irrelevantes y como para silbar mirando hacia el techo. Pero…un abrazo con Maricarmen Alva…¡eso sí que es indignante!
Sus principios terminarían siendo como las vestimentas de Verónika Mendoza en los debates presidenciales, simple marketing político.
Foto: Fuente: Pantallazo del Canal del Congreso