En los 109 días de la Presidencia de Pedro Castillo, los peruanos hemos sido testigo de cómo un grupo de personas han llegado al poder para empezar a repartirlo como botín, sin ningún norte u objetivo más que el de dar el mensaje revanchista de que “es nuestro turno, pues”. Luego, una vez ubicados en sus puestos, empezaron las riñas entre ellos por crecer o mantener sus cuotas del poder. En el fondo de este drama de nuevos funcionarios sin preparación o con actitud parásita, tenemos a un Presidente que oculta su ineptitud debajo de un gran sombrero.
Creyendo que, para gobernar un país con más de 30 millones de personas, bastaba con el simbolismo de identificarse con un sector relegado de la población, el Presidente Castillo parece disfrutar vivir en ese estado de caos. A nuestro actual gobernante no le interesa saber qué alcances tiene el poder que se le ha delegado, tampoco qué funciones reales tiene. No le importa anunciar cosas que no puede realizar, le despreocupa el impacto que tienen sus declaraciones irresponsables, minimiza las consecuencias que traen sus acciones u omisiones y le da igual ocasionar crisis gubernamentales.
Su entorno y algunos grupos de izquierda le han hecho creer que él es merecedor de todas las oportunidades habidas y por haber, que es su derecho arruinar la vida de muchas personas y que puede actuar impunemente.
Mientras tanto, la institución encargada de decirle “¡Basta!” no da la talla. El Congreso claudica a su función de fiscalización y contrapeso, centrándose en tres funciones que nos quitan la esperanza de tener un quinquenio tranquilo:
- Realizar contrarreformas en todo aquello que beneficie a los grupos de intereses que los controlan (política, transporte, educación), en competencia con el Ejecutivo.
- Garantizar sus curules.
- Hacer ruido y escándalo – sin fiscalización efectiva – sobre cualquier problema del Gobierno, buscando cómo éste puede llevarlos a activar la vacancia presidencial.
Quedan 1,717 días para que termine este quinquenio del desastre. Cuando ganó Pedro Castillo, sabíamos que no se había elegido a un rey y que por lo tanto las amenazas de estatizaciones, Asambleas Constituyentes impuestas, serían inviables con un Congreso opositor. Y es cierto, Pedro Castillo puede ofrecer tonterías, pero muchas de ellas no las podrá realizar con un Parlamento adverso. Sin embargo, si bien su poder de acción es limitado, su poder de destrucción pareciera no tener límites. Pondremos 4 ejemplos actuales:
- Hoy, Daniel Yovera sacó una nota en Epicentro TV (ver aquí ) en la cual denuncia que alguien que estaría vinculado al Ministerio de Educación habría filtrado las respuestas del examen de evaluación para docentes a los maestros que rindieron ayer dicha prueba. Así como lo oyen, contamos con un Ministro que está en contra de la meritocracia y la evaluación en la carrera magisterial, y como cereza de torta salta esta noticia que nos muestra que desde adentro se está torpedeando dicha reforma.
- Tenemos un Ministro de Transportes que destruye lo avanzado en su sector y ofrece cabezas de instituciones a los transportista informales y a los dueños de las combis asesinas.
- En Defensa, Pedro Castillo ha respaldado a un Ministro arrogante y envalentonado que buscó copar ilegalmente con allegados al Presidente los ascensos de las Fuerzas Armadas. Una semana más tarde, con su interpelación a cuestas, Ayala recién anuncia su renuncia.
- En Energía y Minas, un Ministro que les dice a los protestantes que todo es culpa de las empresas privadas.
El Perú vive el drama de encontrarse atrapado en una relación tormentosa entre un Ejecutivo precario y un Congreso desubicado. Para salir de este entrampamiento, necesitaríamos que ambos actores políticos realicen cambios sustanciales en su accionar. Por parte del Ejecutivo necesitaríamos un Gabinete cohesionado y de profesionales sin cuestionamientos, un liderazgo claro, eliminar el radicalismo, convocar a los mejores cuadros de todos los sectores políticos, voluntad de diálogo. Por parte del Parlamento necesitamos que se realice una oposición responsable, que sean un buen contrapeso para las malas decisiones del Ejecutivo, que fiscalicen, que tengan una agenda legislativa, que busquen consensos.
Mientras ambos sigan en la lógica de enfrentamiento, la inestabilidad seguirá afectando a todos los peruanos. Mientras sigan en esa competencia por ser peores, todos nos perjudicamos. Estamos observando cómo dos trenes están dirigiéndose en direcciones opuestas, a toda velocidad, en un mismo carril. La colisión será inminente si no cambian su curso, recuerden que los más de 30 millones de pasajeros seremos las víctimas de este choque.
Foto: Fuente Original Twitter. Tomada de https://www.elheraldo.co/mundo/choque-de-trenes-en-egipto-deja-10-muertos-464356