Por Ricardo Gálvez del Bosque
El proyecto de ley que está impulsando el cuestionado congresista Luna Gálvez, de ser aprobado, le daría la última estocada al fallido sistema de pensiones privadas peruano. Lo que plantea dicha propuesta es que se habilite que aquellos que cuentan con fondos en el SPP puedan retirar hasta 4UIT’s adicionales. Este sería el enésimo retiro, que dejaría a muchos posibles futuros pensionistas sin un fondo que les permita tener una jubilación digna.
Diversos economistas se han manifestado en contra de dicha medida, tildándola de irresponsable. Y vaya que lo es. Sin embargo, ¿esta última irresponsabilidad sería la causante del fin del modelo de las AFP’s? Creemos que no. Existen múltiples causas que han hecho que este sistema agonice en el transcurso del tiempo.
Un privilegio
Lo primero es que, nunca llegó a aplicarse a la mayoría de la fuerza laboral. En los mejores momentos, a las justas 1 de cada 5 peruanos ha trabajado en el sector formal, haciendo que la mayoría restante jamás tenga acceso a este ahorro forzoso a favor de su pensión de jubilación futura.
En un país mayoritariamente informal, acceder a una planilla (con todos los costos laborales que esto implica) siempre ha sido un privilegio de pocos.
Comisiones y utilidades
Por otro lado, las AFP’s decidieron quedarse tranquilas con el descontento de sus afiliados que veían cómo éstas lograban obtener grandes utilidades, mientras que los fondos de los pensionistas sufrían pérdidas por la volatilidad de la bolsa. Con explicaciones financieras racionales (“es una inversión a largo plazo, no a corto”) que muchos no interiorizaban, desviaron la atención sobre el hecho de que la comisión no debería ser sobre lo aportado sino sobre el resultado. Y es que, la ley los beneficiaba, estaban resguardados, y no sintieron que tenían que hacer ajustes a un sistema abusivo.
Luego, amparados en el desconocimiento de las personas comunes y silvestres sobre finanzas, menospreciaban el volumen de sus comisiones. “Son solo el 1%”, decían.
Sin embargo, la cifra es absolutamente engañosa. La comisión será del 1% del sueldo, pero equivale al 10% de lo aportado. Es decir, si ganabas S/.1,000 soles, aportabas S/.100 soles a tu fondo y le pagabas S/.10 de comisión a la AFP. Por tanto, se les paga de comisión un 10% por cada aporte.
Imagínense, pues, que alguien les propone un negocio mediante el cual les dicen: “Invierte en mi negocio. Por cada 100 soles que inviertas, te puedo dar una ganancia de hasta 9% en el largo plazo. ¡Ah, pero me olvidaba! Te voy a cobrar un 10% de comisión”. ¿Ustedes invertirían?
Se pierde el objetivo principal
Estos hechos, y la ceguera de las AFP’s que bloquearon sistemáticamente reformas que habrían mejorado el sistema, han generado un descontento brutal. Tan es así, que llegó a desvirtuarse al permitírsele a los afiliados en edad de jubilación retirar el 95.5% de sus fondos, quedarse sin pensiones y usar el efectivo en lo que crean conveniente.
La clase media abandonada
Luego, el desastre llegó. La pandemia arrasó con la economía de los hogares de clase media. Muchos formales se quedaron sin empleo. En muchos casos toda la fuerza laboral de una familia fue despedida, o sufrió de los recortes de planilla a los que se acostumbró el sector formal. ¿Qué alivio, o qué políticas de apoyo se le dieron a estas familias? ¡Ninguno! Así como lo leen, ni uno solo.
¿Cómo vuelves a recolocar en el sector formal (que es privilegiado) a los cientos de miles de despedidos por recortes sin ninguna política al respecto? Es lógico pensar que, probablemente, dichos individuos no aportarán más a su fondo de pensiones. Y sabiendo de antemano que éste no les servirá para obtener una pensión en el futuro, ¿por qué no echarle mano, bajo esa lógica, para invertir en el presente, poner un pequeño negocio, comprar una propiedad que les dé un ingreso, etc.?
Por ejemplo, una familia que decidió invertir en una propiedad para sacar una renta con los alquileres en el futuro, ¿por qué tiene que seguir pagando una deuda hipotecaria y ajustarse el cinturón mensualmente cuando bien podría cancelar el préstamo (con su fondo) y ya tener una renta desde hoy mismo (que le durará y servirá hasta la jubilación)? ¡Si está pagando más intereses de los que gana su fondo! ¡No resiste lógica!
La emancipación
Sin embargo, “papa Estado” y “mamá AFP” han decidido en el pasado que todos somos unos irresponsables con nuestras finanzas y que ellos saben más que nosotros.
Hoy, esa necedad de varios años, ha hecho que los “niños” que fueron tomados como irresponsables, decidan tomar las riendas sobre su futuro, vean el desastre al que nos han llevado las AFP’s con el mal manejo (político, económico, comunicacional y financiero) y decidan emanciparse reclamando que les devuelvan su dinero.
Este es un ejemplo de cómo la falta de conexión con la realidad, las ínfulas de superioridad, la negativa a mejorar un sistema con el paso del tiempo, la escasez de empatía y la soberbia económica han ayudado a que se destruya un sistema que es vital en cualquier sociedad moderna. Los políticos populistas como Luna Gálvez solo aportan el último clavo del ataúd.
Imagen tomada de https://actualidadlaboral.com/afp-retiro-del-100-despues-de-nosotros-el-diluvio/