Por Gabriel Moreno Alcántara
Lo que ya se preveía comienza a suceder. Estando tan cerca de las fiestas patrias, al cambio de mesa directiva congresal y al mensaje a la nación por parte del presidente Castillo, los gremios y sindicatos de algunos sectores económicos comienzan sus reclamos por la crisis que atraviesa nuestro país debido a la inflación, el aumento del precio del diésel y la escasez de fertilizantes. El primer gremio que había anunciado se iba al paro era el de transportistas, tanto de carga pesada como de viajes interprovinciales de pasajeros. Al cierre de esta columna, se conoció a través del ministro Graham del MEF, junto con dos viceministros, anunció que se había podido lograr un acuerdo con los transportistas de viajes interprovinciales de pasajeros y que no irían a paro para hoy lunes 27 de junio. Sin embargo, el mismo resultado no se obtuvo con la parte del gremio que vela por el transporte de carga pesada a lo largo del país, lo cual generará sin duda incertidumbre en el país. (Ver noticia aquí).
Si bien el gremio indica que el paro es indefinido, se espera que las rondas de negociación entre el MTC y los líderes del gremio puedan continuar en las próximas horas a fin de llegar a los acuerdos que ambas partes demandan. Entre las principales demandas que el gremio tiene están la de obtener una alternativa al incremento del diésel, una solución a la competencia desleal con sus pares bolivianos y ecuatorianos que ingresan al país con un menor costo dado que el combustible es más barato en sus países y la revisión de los contratos con las empresas de peaje. Sin duda, todos estos pedidos son atendibles y revisables, pero hay un punto que no es negociable bajo ningún aspecto: desean prorrogar por un plazo X los brevetes vencidos de los choferes. Esto es muy delicado y no debería darse; desde siempre se sabe que estos documentos tienen un plazo de vigencia y son renovables si y sólo si el conductor pasa por una evaluación médica que certifique que mantiene la salud mínima para poder conducir en el país y que no sea un peligro para la sociedad. Se espera que el Ejecutivo no ceda en este punto porque se permitiría que más peligro se dé en las carreteras del Perú. Por otro lado, la Asociación de Concesionarios de Transporte Público (ACTU), quienes se encargan de los corredores complementarios de Lima Metropolitana, realizarán un paro desde el martes 28 de junio a fin de generar mayor presión al Ejecutivo al no recibir respuesta a su justa exigencia del pago de compensaciones de marzo, abril y mayo que a la fecha no se realizan. El personal que labora en esta asociación no puede cubrir más sus costos operativos si no se cumplen con los pagos. Como se sabe, estos alimentadores facilitan el traslado día a día de más de 400 000 limeñxs por toda la ciudad, entonces, ¿cuántos días va a permitir el Ejecutivo que se perjudiquen lxs ciudadanxs?
Se sabe también que en algún momento de julio los agricultores comenzarán protestas y una fuerte huelga si el MIDAGRI no consigue solucionar la crisis de los fertilizantes que azota al Perú y a varios países más. La guerra entre Rusia y Ucrania también perjudicó el aprovisionamiento de estos insumos necesarios para nutrir a la tierra en tiempos de siembra. El ministro Alencastre tuvo que remover a personal puesto en dicho ministerio por favores políticos y dejar sin efecto procesos licitatorios que no cumplían con los estándares de transparencia requeridos. Entonces, se espera que los nuevos procesos puedan cerrarse entre esta semana y los primeros días del mes de julio para poder tener los fertilizantes puestos en campo para inicios de agosto. Ahora bien, esos son plazos pensados; en la realidad, miles de campesinos y agricultores ya empezaron con su siembra y, si sus cultivos comienzan a perderse, el sector agrario va a armar protestas muy fuertes que generarían desabastecimientos serios en los mercados peruanos. Si ya creemos que el paro del sector del transporte es bastante delicado, no queremos imaginar las consecuencias de una crisis en la producción agraria peruana…
No olvidemos que ya The Economist ha advertido hace algunas semanas de una posible hambruna que estaría azotando a países en vías de desarrollo que vivan de la agricultura, como es en parte el Perú. No se debe permitir desde ningún poder estatal que esta terrible situación pueda darse. El pueblo no lo resistiría.
Finalmente, recordar que toda huelga o paro suele contagiar a otros sectores y gremios que puedan tener reclamos pendientes de atención o solución a tomar esta radical medida. Entonces, ¿cuántas crisis gremiales podría manejar un Estado debilitado aún por la pandemia y la crisis económica? ¿Tenemos caja chica para cubrir subsidios y otros montos económicos que cada sector solicite para no irse al paro o huelga?
No olvidemos nunca que el gobierno de Pedro Castillo se sostiene aún por un Congreso que no toma decisiones sólidas y que prefiere aferrarse a sus curules antes que velar por la estabilidad del país entero. No obstante, sabemos del poder de las calles y sus protestas, lo estamos viendo incluso en estos días en Ecuador, por lo que podría ser este factor crítico y extremo el que lleve a tal turbulencia en el Perú, que el presidente se vea forzado a dimitir. Hoy en día, lo vemos poco probable y tampoco deseamos que el país vuelva a estar en vilo. El Ejecutivo entra a una semana clave para evitar que los sectores económicos del país comiencen una crisis que nos deje a todxs al borde del abismo de la recesión y el caos generalizado.
Imagen: Tomada de https://www.infobae.com/america/peru/2022/06/22/el-lunes-no-entrara-nada-de-alimentos-a-lima-la-amenaza-de-los-transportistas-de-carga-que-acataran-paro-nacional/