Por Gabriel Moreno Alcántara
La presidenta Dina Boluarte ha vuelto a recibir el permiso congresal para viajar a Estados Unidos, esta vez con miras a una reunión de alto nivel con los países miembros del foro APEC. Pocos objetarán que este es un evento muy importante para la imagen del país, considerando que nos encontramos en una recesión primaria, pero lo que se cuestiona es la oportunidad para hacerlo. ¿El país se encuentra en tal calma y serenidad para que la presidenta vuelva a ausentarse del país por más de 4 días? ¿No le han avisado en Palacio que su ministro MININTER está a un paso de ser censurado por la pésima gestión en seguridad ciudadana?
Si bien le corresponde a Perú recibir la posta para presidir tan alto foro durante el 2024, tranquilamente la presidenta pudo coordinar con las autoridades para poder programar una sesión posterior para que ella reciba la posta. El actual canciller podía viajar a USA para estar en la sesión de altos líderes, incluso junto con el premier. De más está insistir en que la cuestionada ley de desarrollo constitucional que le ha permitido a Boluarte viajar al extranjero aun sin tener vicepresidentes es forzada y en ella no se contempla las formas o recursos que implementaría ante una posible censura y juramentación de un(a) nuev@ ministr@. La Constitución indica que la/el nuev@ ministr@ jura ante la presidenta y no contempla que se usen tecnologías de la información ni ningún mecanismo remoto. Hay que respetar la norma.
Cuando existe la distancia física, se corre el riesgo de no tener internet o tener pobre señal que impida el correcto desarrollo de una sesión tan solemne como la es una juramentación. No olvidemos que la presidenta juró respetar la Constitución y no podemos seguir permitiendo que coloque parches a ella para poder viajar por aquí y por allá, casi como de vacaciones, cuando el país está en crisis económica y de seguridad. Las mafias, bandas delincuenciales y demás delitos contra la vida y el patrimonio no han cesado aun a pesar de haber estados de emergencia, entonces se concluye que la estrategia actual ha fracasado y que deben haber nuevos liderazgos en la función pública.
A ver si Boluarte se enfoca en la gestión tan delicada que tiene y por la que juró y deja de pensar en ir a cuanto viaje se presente en cualquier parte del mundo.
Imagen: Presidencia de la República