Por Martín Hernández Berrocal
Esta semana estuvo marcada por la inesperada guerra entre Israel y Gaza, donde miles de nacionales y turistas tuvieron que abandonar sus comodidades para evitar ser asesinados por despiadados combates, que no distinguen entre buenos o malos.
En el caso de los extranjeros, éstos se han visto especialmente perjudicados, ya que muchos de ellos estaban en Israel como turistas, y de un momento a otro no solo tuvieron que interrumpir sus planes y evacuar para ponerse a buen recaudo, sino que también contactaron a sus respectivas embajadas para ver la posibilidad de escapar de manera segura. Y Perú no fue la excepción. Más de 100 connacionales vivieron momentos de terror y, al momento de solicitar ayuda al embajador Manuel Cacho Souza, este anduvo con una paciencia inexplicable y, en un inicio, no había señales de poder (o querer) rescatar a nuestros compatriotas.
Luego de ello, la presidenta Boluarte, en medio de su tour europeo, decidió enviar el avión presidencial para que éste recoja y lleve a buen recaudo a los peruanos que así lo soliciten. Al cierre de este artículo, un buen grupo de peruanos ya se encontraban en suelo nacional, mientras que otro grupo llegará en las próximas horas provenientes de Quito, gracias a un apoyo desinteresado de Ecuador, quienes accedieron a trasladar más pasajeros, debido a que el aeropuerto de Tel Aviv estaba siendo bombardeado.
Sin embargo, la pregunta cae de madura: ¿Por qué Perú se demoró tanto en decidir enviar ayuda humanitaria? ¿Qué tanto tenía que pensar la canciller Ana Cecilia Gervasi para darle la orden al embajador en Israel de que comience con algo básico como un empadronamiento para luego destinar todos los recursos necesarios para su traslado seguro? ¿Acaso no estamos hablando de vidas humanas que están en peligro inminente de muerte? ¿Qué tanto le importa realmente al Perú la vida de quienes están en el extranjero, ya sea por trabajo o vacaciones?
Muchos connacionales indicaron, contrario a lo señalado por la presidenta Boluarte y el embajador de Perú en Israel, de que ellos tuvieron que valerse por sí mismos durante estos días de terror. A diferencia de países como Colombia y Chile, que enviaron a la brevedad ayuda humanitaria, Perú se quedó esperando a ver qué sucedía. Al respecto, la presidenta indicó que Perú no cuenta con la logística aeronáutica para poder llevar a cabo viajes de suma importancia. Y como era de esperarse, hizo su ya conocido “publicherry”, e indicó que se estarán comprando 2 aviones para casos de emergencia. Claro, como si fuera tan fácil comprar uno.
De verdad, este gobierno está lleno de ineptos. Ni ante una emergencia internacional son capaces de acelerar los procesos para salvaguardar la vida de sus propios connacionales. A pesar de todo, consuela saber que ya están regresando a su país.
Imagen: TVPerú