Por Ricardo Gálvez del Bosque
Desde que un sector radical de izquierda comenzó a usar el slogan marketero de la necesidad de convocar a una Asamblea Constituyente, personajes del otro extremo se autodenominaron guardianes de la Constitución. Su función, según ellos, sería la de velar por la permanencia de la misma.
Sin embargo, ironías de la vida, dicho grupo parece ser el primero en la fila cuando se trata de violar sistemáticamente la Constitución. Pretenden descabezar organismos electorales constitucionalmente autónomos, destruyen el presidencialismo usando destituciones céleres, desnaturalizan la Cuestión de Confianza volviéndola en una figura inútil y de imposible aplicación. Es decir, su actuación contradice con el discurso que lanzan para la tribuna.
Pero eso no es todo. Como en este momento le quieren dar “una mano” a la Presidencia que permite que el poder de los parlamentarios se mantenga incólume hasta el 2026, están avanzando a pasos acelerados con la aprobación de un proyecto que permita que Boluarte pueda viajar al extranjero a pesar de no tener vicepresidentes que se puedan encargar de su despacho.
Más allá del fondo del asunto y las justificaciones absurdas que hemos tenido que escuchar al respecto, la forma en la que se pretende instaurar la “presidencia remota” viola, una vez más, nuestra Constitución. El artículo 115 dice que, necesariamente, se le tiene que encargar el despacho a un vicepresidente, pero el Ejecutivo y el Congreso están pretendiendo ignorar olímpicamente lo que dice la Constitución y sacar una Ley Orgánica que la contradiga abiertamente.
¿Por qué no reformar el artículo 115 como es debido? Porque es más difícil, pues. ¡Qué flojera! Y como, para estas personas, el fin justifica los medios, quieren hacer el salto con garrocha y olvidarse de lo que dice la Constitución.
¿Cuál es el problema? Además de que el proyecto permitirá que en el 2025 Boluarte pueda renunciar a la Presidencia desde el extranjero (¿qué? ¿No la ven?), se ha vuelto una pésima costumbre este mecanismo de sacarle la vuelta a la Constitución para inventar interpretaciones opuestas a la misma. Y si todos violan la Constitución, ¿por qué nos rasgamos las vestiduras cuando alguien propone cambiarla? Si no la respetan, ¿qué tanto se arañan?
¿Con qué cara nuestros políticos de hoy pretenderán frenar a un autoritario que interprete antojadizamente nuestra Constitución para convertirse en dictadorzuelo? ¿Tanto es el interés de permitir que Boluarte renuncie desde Madagascar que van a violar abiertamente la Constitución con absoluto descaro? ¡Basta! ¿No? ¡Todo tiene un límite!
Imagen: Composición Punto Medio. Foto principal tomada de https://www.trendencias.com/propuestas-y-consejos/como-llevar-zapatos-maleta-cuatro-formas-sencillas-para-economizar-espacio . Dina Boluarte: AP, tomada de https://www.diariolasamericas.com/america-latina/fiscalia-peru-amplia-investigacion-dina-boluarte-n5332957