Por Martín Hernández Berrocal
Anteayer se celebró en el Perú, y en varios países de la región, el Día de la Madre. Y nuestro glorioso Congreso, para no quedarse atrás, decidió homenajear a todas las representantes de la patria que tengan este honroso título, con unas billeteras de cuero. El problema radica no en el regalo en sí. Ni siquiera en el hecho de obsequiar algo. El principal objeto de cuestionamiento es que no es la primera vez que este Congreso es observado por las cantidades exorbitantes de dinero que destinan del fondo público.
Recordemos sino el famoso caso del menú de 80 soles por persona que se introdujo a inicios de este año. Una suerte de cachetada a la pobreza, dirigido a quienes no pueden ni solventar una canasta básica, ya que la inflación y la escasez de productos viene causando estragos en nuestra economía y en nuestra billetera. Un aumento exagerado y desproporcional cuando fácilmente los congresistas pueden llevar sus propias loncheras para el almuerzo. Al año, este menú está costando más de 3 millones de soles. Monto más que suficiente para reutilizarlo en algo que realmente valga la pena y beneficie a la población.
Por otro lado, nos encontramos con uno de los beneficios que cada congresista obtiene al asumir su mandato. Hablo en concreto de los bonos de instalación. Entiendo perfectamente a quienes vienen de provincia y deben, por los próximos 5 años, buscarse una vivienda digna para poder habitar en la capital. Pero es incomprensible que quienes han sido elegidos por las regiones de Lima Metropolitana y Callao también gocen de este beneficio. Debería modificarse el Reglamento del Congreso, en su artículo 22 y añadirle un inciso donde indique que quienes hayan sido elegidos por las regiones previamente indicadas, no gozarán del bono por instalación. Si sumamos a los 34 representantes de Lima más los 4 del Callao, esto representa un ahorro de S/. 592,800, monto que puede (y debería) ser destinado a mitigar los innumerables problemas que el país enfrenta año a año.
Finalmente, nos encontramos con otra gollería que es desproporcional. Los bonos por representación. Ese dinerito que cada uno de nuestros representantes de la patria obtiene cada vez que es semana de representación y deben viajar (en teoría) a sus regiones. ¿Y los de Lima Metropolitana y Callao? Ellos también reciben este bono. Son S/. 2800, que, multiplicado por los 38 representantes de estas jurisdicciones, nos da más de 100 mil soles, una cantidad que, de igual manera, podría darse otro uso. Uno que realmente valga la pena.
Perú sí es un país rico. Rico en recursos, rico en talentos, rico en oportunidades para quienes saben aprovecharlas y se comprometen a luchar por la mejora del país, mitigando la corrupción y haciendo una política diferente. Lamentablemente, también hay pobres, pero intelectualmente hablando, quienes avalan la corrupción, por más pequeña que sea, quienes creen que, aplicando la ley de Pepe el vivo, tendrán más beneficios.
Depende de nosotros elegir el bando que más nos convenga para lograr el desarrollo del país.
Imagen: Composición Punto Medio. Congreso tomada de: https://comunicaciones.congreso.gob.pe/noticias/reacciones-sobre-eleccion-de-la-mesa-directiva-del-congreso-2021-2022/ . Billetera y billetes: GEC tomada de https://peru21.pe/economia/cts-2022-link-dni-conoce-cuanto-te-depositaran-segun-el-tipo-de-empresa-en-la-que-trabajas-consultas-retiro-cts-cuando-depositan-la-cts-tramites-rmmn-noticia/