Por Ricardo Gálvez del Bosque
Esta semana, finalmente, los congresistas dejaron de florearnos con el adelanto electoral. Y es que, sus intenciones de adelantar los comicios eran puras idas y venidas, excusas y justificaciones absurdas, dilaciones. Eran puro floro, pues.
La semana pasada, Lady Camones (perteneciente al partido de César Acuña, que con bombos y platillos anunció hace semanas que apostarían por el recorte de mandato) se dejó de absurdas justificaciones y se sinceró diciendo que su postura es “no ver más el adelanto, se nos eligió hasta 2026”. Sanseacabó. Una vez más, APP no tiene palabra. Sin novedad en el frente.
Y esta semana, el presidente de la Comisión de Constitución, Hernando Guerra García (Fuerza Popular), habló con franqueza y dijo que el tema “ya no se va a tratar en la presente legislatura”. Fin. Ya fue. Ya pasó de moda, ya nadie dice nada al respecto. ¿Por qué lo haríamos, pues?
Con el anuncio de Guerra García, se cae por completo el proyecto de adelanto electoral. Y es que, aunque se lograra ver en esta legislatura (opción que ya descartó por completo), el cronograma era prácticamente inviable para que se celebren elecciones en el 2023. Quizás para el 2024, ajustando todo (con harta voluntad política, que no existe).
Para los esperanzados en que quizás el tema se pueda ver para que sean factibles elecciones generales en el 2024, lamentamos pincharles el globo. Si no se verá en esta legislatura, la primera votación (de querer hacerse) sería en la que parte desde fiestas patrias. Y la segunda votación tendría que realizarse en la primera legislatura del próximo año. Si las elecciones se celebran en abril, ¿cómo van a calzar los tiempos para que se organicen elecciones en 270 días?
Queda, entonces, sepultada la idea de que los ciudadanos podremos ir a las urnas para intentar darle fin a esta crisis política que nos aqueja.
Ante estas declaraciones, al Ejecutivo no se le ha movido ni un pelo. No les interesa, no es su problema. Aterricemos y veamos esta realidad: este Gobierno no es de transición a nada y no le interesa serlo.
Boluarte no se renunciará, tiene miedo a jubilarse como nuestros ex presidentes recientes, en Barbadillo. Quizás habría que despertar a los que creen que más denuncias sobre financiamiento ilegal de campañas, o más muertes, la moverán del puesto. Esos hechos le refuerzan la idea de que debe quedarse todo el tiempo posible en el poder.
Atrás quedaron los tiempos en que una autoridad renunciaba ante un escándalo contundente. Ahora ni se sonrojan, ni intentan dar explicaciones verosímiles. Así estamos. La pregunta es, ¿hacia dónde nos dirigiremos en el 2026 tras 3 años de esta situación? A nada bueno, imaginamos. Ojalá nos equivoquemos.
Foto: Antonio Melgarejo, La República. Tomada de Adelanto de elecciones: Hernando Guerra sobre adelanto de elecciones: "Ya no se va a tratar en esta legislatura" | Política | La República (larepublica.pe)