Por Ricardo Gálvez del Bosque
La semana pasada salió a la luz parte de un informe del Equipo Especial con pruebas que indicarían que el ex presidente se habría reunido clandestinamente con un ex oficial de inteligencia para montar su operativo de chuponeo y persecución contra la Fiscalía que lo investigaba (ver los detalles aquí ).
Con todas las evidencias de lo sucedido durante su (des)Gobierno, podemos constatar que la presidencia de Pedro Castillo fue nefasta. Y es que, cada investigación que lo involucra resulta más alarmante que la anterior.
Hasta ahora, ¿qué figuritas tiene su álbum? Golpista, corrupto, chuponeador, déspota (acuérdense de la amarrada de zapatos), mentiroso, inepto, estafador (no olvidarnos del caso de los niños con cáncer).
Salir de este trauma será difícil. Cierto sector de izquierda se ha embarrado tratando de sostener a Castillo y a su cúpula con la idea de que “el fin justifica los medios”. La derecha se ha radicalizado más, ven terrucos y rojos en todos lados, y quieren hacerse de todo el poder que se pueda para así evitar que vuelva a aparecer un nuevo cuco (sin darse cuenta de que, por el contrario, están logrando lo opuesto). Y el debate público se ha vuelto absolutamente binario, o eres de los malos o eres de los buenos.
¿Llegará el momento en el que los responsables de este desmadre hagan un mea culpa al respecto? ¿O seguirán ocultando la suciedad debajo de la alfombra?
Imagen tomada de https://radiouno.pe/noticias/165187/castillo-dictan-36-meses-de-prision-preventiva-para-expresidente-de-peru/