Por Ricardo Gálvez del Bosque
Pedro Castillo, hoy preso por decretar un golpe de Estado en vivo y en directo por televisión nacional, siempre ha tenido salidas extrañas para defenderse. Él y su entorno respondían, cuando se dignaban a hacerlo, soltando frases que no resistían ninguna lógica. Y a eso nos habíamos acostumbrado, a escuchar una respuesta sobre Z cuando les preguntaban por A, a oír explicaciones que nada tenían que ver con el tema y que resultaban contradictorias. Era de locos.
Si bien ahora ya no está en el poder y sus locuras y frases irracionales ya no cuentan con todos los reflectores encima, quisimos hacer un pequeño espacio para reflexionar sobre cómo pudimos sobrevivir a que él y sus secuaces hayan estado gobernando bajo las “lógicas” que los caracteriza.
Por ejemplo, hace pocos días, Aníbal Torres, quien parece mantener su incólume capacidad de soltar arrebatos, tuiteó diciendo que el mensaje de golpe de Estado que leyó Castillo fue “inocuo”. Así, lo defendió diciendo que “No hay responsabilidad alguna. Se evidencia que no ha coordinado con la PNP ni con las FF.AA.”, justificó.
¿Ese señor es profesor de algo? Porque, básicamente, lo que está diciendo es que lo que hizo Castillo fue realmente descabellado, que fue algo torpe e ilógico. Y que, por tanto, es inocente. Su argumento sería un “pobrecito, es bien torpe”.
Insultar a su ex jefe, ¿es parte de su estrategia de defensa mediática? Porque, si van a admitir la torpeza descabellada, sería mejor que lo hagan en el juicio y que quede en los expedientes. Quizás ahí, por clemencia, ese tipo de argumentos permita que se le rebaje la pena. Pero, ¿mediáticamente? ¿Qué se gana? ¿Mayor vergüenza pública? Así, mejor no lo defiendan.
Para colmo de males, reconociendo la tamaña irresponsabilidad y torpeza del susodicho, Torres indica que Pedro Castillo debería seguir siendo Presidente. ¿Cómo? ¿No sabía ni lo que hacía y aún así debemos ponerlo en la Presidencia para que dirija los destinos de más de 30 millones de personas?
Es difícil, para un peruano, caer en cuenta que estuvimos gobernados por personajes como estos. No puede ser posible que la política peruana sea un chiste de mal gusto. Dice mucho de nosotros, de nuestro nivel de tolerancia con la irresponsabilidad, con lo irracional, con lo corrupción. Con lo ridículo.
Imagen tomada de: https://laeducacion.us/el-presidente-pedro-castillo-es-detenido-mientras-intentaba-fugarse/