Por Ricardo Gálvez del Bosque
Fuera del ambiente político, debemos reconocer que existe gente que está molesta e inconforme con nuestras autoridades políticas. Basta ver algunas encuestas o el último episodio en el Hospital Rebagliati. Sin embargo, aún no vemos movilizaciones masivas como las de la “Marcha de los 4 suyos” o las de noviembre del 2020, aunque la de ayer claramente superó a todas las coordinadas durante el Gobierno de Pedro Castillo.
Desde este espacio hemos criticado innumerables veces cómo grupos de derecha radical realizan sus convocatorias para marchas que no llaman a la unidad. Sin embargo, algunos políticos de antaño y personalidades de extrema derecha no quieren entender. Insultan, dividen, convocan menospreciando al que no piensa exactamente igual que ellos.
Por otro lado, existen líderes políticos que dicen pertenecer a un centro acuoso que señala y juzga las malas convocatorias de la derecha, se dice igual de indignada, pero desea no participar de una protesta democrática porque los que la promueven no están inmaculados. Están en su derecho de no querer unirse, pero, nos preguntamos ante sus críticas razonables, ¿ellos han convocado una marcha? ¿Una alternativa mejor organizada?
Lo que se ve de este sector es puro señalamiento y casi nada de propuesta. Entendemos que muchos colectivos populares como No a Keiko ahora son descaradamente oficialistas, pero aquellos movimientos políticos que dicen estar en contra de la corrupción, y que no concuerdan con las posturas maximalistas de la derecha radical, ¿qué están haciendo? ¿Comiendo canchita mientras los peruanos nos quedamos atrapados entre el fuego cruzado de los extremos? Si genuinamente quisieran hacer algo en contra de la corrupción, ¿no deberían usar sus plataformas para organizar marchas sin los líderes políticos que tanto critican?
Hay mucha gente indignada que no está alineada con los convocantes de esta última marcha, y que discrepan fuertemente con ellos. Sin embargo, muchos decidieron manifestarse porque no existen otras convocatorias. Cuando se marchó para respaldar al ex Ministro Saavedra, los que lo hicieron no realizaron una pre-selección de los participantes, ¿o sí? Cuando destituyeron a Vizcarra, marcharon muchas personas sin saber si el del costado era de derecha, o el de al frente era de izquierda. Entonces, ¿cabe – en estas circunstancias – ponerse desde una irreal posición de superioridad moral y juzgar a quienes protestan?
Muchos se están quedando tranquilos haciendo propuestas – valiosas y necesarias – de reforma política. Desde este espacio también las hacemos y las creemos fundamentales. Pero, ¡pisemos tierra! ¿No deberíamos leer bien la coyuntura y reconocer que sin presión ciudadana ningún bien intencionado proyecto legal llegará a buen puerto?
¿Dónde están esos líderes que se quejan, que antes convocaban manifestaciones ciudadanas y que hoy no manifiestan su crítica de igual manera? El liderazgo va más allá de tu propio equipo. El liderazgo se construye sobre influencia, y ésta no solo debe darse al interior de nuestras propias organizaciones y colectivos. Un líder tiene que transformar, ese debería ser uno de sus principales objetivos. Tiene que negociar por un bien mayor, de eso se trata la política. ¿No ha llegado la hora de que muchos bajen de las nubes y aterricen en las calles? Se les espera.
Imagen: Hugo Guerra. Tomada de https://www.expreso.com.pe/politica/asi-se-desarrollo-la-marcha-contra-el-gobierno-de-pedro-castillo-fotos/