Por Ricardo Gálvez del Bosque
Cuando el fujimorato estaba en su etapa final, surgió un liderazgo político que logró aglutinar – de cierta forma, y con algunas resistencias – a las fuerzas democráticas opositoras: Alejandro Toledo. Dicho personaje llegó al poder luego de haber convocado a las calles en la famosa “Marcha de los 4 Suyos”, y tras haber peleado cuesta arriba en una elección presidencial fraudulenta como lo fue la del año 2000.
Izquierda, derecha democrática, acciopopulistas, apristas y hasta militantes del FIM (de Fernando Olivera), dejaron por algunos momentos sus rencillas políticas para salir a las calles y respaldar la transición democrática. En esa lucha, una de las caras más visibles fue la de Alejandro Toledo.
Al rechazar todo lo que representaba el fujimorismo (violaciones a los derechos humanos, dictadura, corrupción, compra de autoridades), mucha gente tuvo la ilusión de que Alejandro Toledo podría ayudar a recuperar la democracia. Grande fue la sorpresa de muchos al descubrir que el Presidente que decía luchar contra la mafia fujimontesinista habría resultado ser un ladrón más. Cuando estalló el caso Ecoteva, la traición se hizo evidente. No había vuelta atrás.
En el 2021, para muchos peruanos, Pedro Castillo representó una nueva esperanza. Profesor rural, outsider, de origen humilde, de izquierda (así decían, pues). Para algunos, verlo llegar al poder en el Bicentenario era el relato más poderoso que pudieron imaginar. Se volvió el símbolo de muchas personas, “al fin un Presidente del pueblo”, “tras siglos, al fin se podrá reivindicar a los más humildes”, y otras decenas de narrativas románticas empezaron a surgir entre los más ilusionados.
Algunos, escépticos y preocupados, jamás se tragaron ese cuento. Lógicamente, aquellos no se sorprendieron cuando empezaron a saltar las evidencias del desastre que se nos avecinaba con el liderazgo de una persona poco preparada, inepta, y con lazos estrechos con gente asociada a la corrupción. Sin embargo, los creyentes siguieron con la misma fe que los acompañó en el proceso electoral. Cualquier crítica podía ser considerada clasista, racista y todos los “istas” que se puedan imaginar. La víctima había accedido al poder, y todos los críticos se convirtieron en privilegiados que chillaban por envidia y angurria.
Al día de hoy, ya tenemos a nuestro alcance numerosas pruebas contundentes que permiten que podamos señalar que Pedro Castillo estaría liderando una organización criminal desde Palacio de Gobierno. También tenemos innumerables ejemplos de su ineptitud, su poca preparación y su desastrosa gestión.
El duelo de los traicionados suele tener varias etapas. Con Toledo, la negación (primera fase) pasó rápidamente y llegamos a la ira (segunda fase) casi de inmediato. El mal no se había banalizado tanto y fue indignante constatar que le había robado al país vilmente. ¿Se habrá estancado el proceso de duelo de los que sostienen a Pedro Castillo?
Hasta hace poco, la negación era moneda corriente. Ante las evidencias, también los hemos podido ver en la «ira». Frases como “¿y los otros políticos ladrones?” pintan de cuerpo entero a los que justifican con esa lógica. Las siguientes 3 etapas vendrían a ser la negociación, la depresión y la aceptación. Desde este espacio consideramos que es cuestión de cada quién cómo llega a las últimas dos. Sin embargo, dada la composición del Congreso (institución por la que tiene que pasar cualquier salida democrática a esta crisis), consideramos importante la etapa de la “negociación”.
No hay justificación que valga para sostener a Pedro Castillo en el poder. No se puede tapar el sol con un dedo, no hay venda que pueda evitar que constatemos la corrupción enquistada en Palacio. Aquellos que sigan en la negación pueden terminar como Sheput, quien siguió defendiendo a Toledo tras estallar el caso Ecoteva y luego tuvo que hacer mil malabares mentales para intentar regresar a la cordura. Y bueno, ya sabemos cómo terminó el personaje.
Imagen: Composición Punto Medio. Pedro Castillo tomada de https://libero.pe/ocio/2021/07/12/pedro-castillo-jne-confirmado-nuevo-presidente-peru-jurado-nacional-elecciones-en-bicentenario-2021-keiko-fujimori-quino-fiestas-patrias-pltc-pe-co-ar-usa-noticia-8691. Alejandro Toledo tomada de https://www.las2orillas.co/alejandro-toledo-la-caida-del-ultimo-inca/