Para jalarlos por el inodoro

Jul 16, 2022 | ◉ Puntos de Vista

Por Ricardo Gálvez del Bosque

El jueves en la noche, muchos peruanos sentimos una nueva vergüenza ajena al constatar que el Congreso peruano volvía a votar sin usar sus neuronas. El Parlamento rechazó el acuerdo con la OEA para que Lima sea sede de una Asamblea en octubre. ¿El motivo? Dentro del acuerdo, el organismo internacional solicitaba que existiera por lo menos un baño neutro. “¡Santos apóstoles! ¡Vade retro! ¡Apártate de mí, Satanás!”, pareciera que fue el grito de la mayoría de legisladores que se opusieron.

El tristemente célebre doctor Ernesto Bustamante – quien perjudicó la vacunación de miles de peruanos afirmando que la vacuna de Sinopharm era agua destilada – salió airadamente a indicar que la OEA pretendía introducir la “ideología de género” (sic) en el Perú haciendo este tipo de pedidos que entran como contrabando. Luego, otros legisladores, con serios problemas dignos de ser atendidos por especialistas, lo siguieron – orgullosos – con sus antorchas.

Los peruanos estamos acostumbrados a pasar vergüenza al escuchar algunos despropósitos del Congreso. Sin embargo, este hecho lamentable ha traspasado fronteras por la naturaleza de la decisión tomada.

¿Será que estos congresistas tienen miedo de usar inodoros con otro tipo de personas? ¿Creerán que las deposiciones de otros serán de color fosforescente e incluirán kriptonita? ¿Pretenderán en algún momento que existan baños diferenciados para todos, “blancos y indios” (sic)? ¿O será, simplemente, que Bustamante estaba con el ojo con sangre luego de que la OEA no le aceptó su teoría del fraude el año pasado? ¿A qué le tiene miedo el congresista Bustamante? ¿A que lo vean orinar y luego salir sin lavarse las manos? Sea lo que sea, ridículo internacional.

Van pasando los meses, y uno va creyendo que el Congreso está adquiriendo el uso y la costumbre de no utilizar el cerebro para tomar decisiones. Si bien ayer ya reconsideraron la torpe decisión que muchos – como el congresista Muñante – festejaban con orgullo, el daño ya está hecho. El papelón ya se hizo.

¿Qué tipo de Congreso necesitábamos en este quinquenio? Un grupo de personas medianamente inteligentes, coherentes, que fiscalicen y que hagan contrapeso a un gobierno corrupto, inepto y caótico. ¿Qué fue lo que obtuvimos? Un mamarracho de gente que cree que la van a homosexualizar mientras se dispone a vaciar sus vejigas.

Es bastante iluso pensar que este Congreso pueda ser parte de la solución a la crisis política que tenemos. Están para jalarlos por el inodoro de un baño neutro.

 

Foto de Giorgio Trovato en Unsplash

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