Por Ricardo Gálvez del Bosque
El Movimiento Nuevo Perú, que tiene como representante más visible a Verónika Mendoza (y antes tuvo de Presidenta a Anahí Durand), sacó la semana pasada un comunicado agresivo tras el blindaje que le realizó este Congreso a Manuel Merino la semana pasada. Con indignación selectiva, muy propia de ese grupo, tildaron de miserables a los que consumaron dicho acto. Entre ellos estaba su gran aliado Waldermar Cerrón y su defendido – hasta hace poco – Guido Bellido.
Cuando Guido Bellido basureó el enfoque de género y los derechos de las minorías desde PCM, Mendoza y compañía lo defendieron con uñas y dientes. Cuando se mostraron públicamente todos los mensajes misóginos y las publicaciones en redes que el individuo habría realizado haciendo apología al terrorismo, se hicieron a los locos. Cuando una congresista lo acusó públicamente de haberle dicho “solo falta que te violen”, silbaron mirando el techo y siguieron tomándose fotos con el premier. Cuando las pruebas demostraban que el señor era un impresentable, siguieron como comparsa bajo el liderazgo de Bellido. Era, pues, funcional a sus intereses.
Pero eso sí, ¿blindaje a Merino? Ni hablar. Eso sí lo hace miserable. ¿Recién se dan cuenta después de haberlo respaldado durante meses mientras su gente copaba el Estado desde el poder? ¿No escucharon ninguna de las advertencias públicas sobre estos personajes, su entorno y su manera de pensar y actuar? ¡Increíble!
El domingo pasado, Guido Bellido les respondió con el siguiente tuit: “La muerte de Inti y Bryan les sirvió para capturar ejecutivo y legislativo, omitiendo acciones para capturar a los asesinos o apoyar a los deudos. Miserables quienes hacen política con muerte de sus hermanos. Acusar políticamente es una manera vil de justificar su aprovechamiento”.
Lo más alucinante del comunicado de Nuevo Perú, movimiento que siempre tilda de golpista a cualquiera que critique a Pedro Castillo y su entorno, es la exigencia que hacen para que se cierre el Congreso. ¿Cómo? ¿Quiénes son los golpistas? ¿Están exigiendo una dictadura?
Si bien desde este espacio despreciamos el blindaje del Congreso a Merino, queremos señalar que hemos tomado nota sobre la hipocresía de este grupo de izquierda. Al llegar al poder, todo lo que señalaron con deditos acusadores y marchas se les volvió encima como boomerang. En pocos meses han defendido plagios, lobbismo, golpismo, coimas, misoginia, corrupción, negociados con transportista ilegales, ineptitud, copamiento del Estado, amiguismo.
Para mayor frescura, la semana pasada, esta izquierda indignada votó en contra de la censura del Ministro Senmache, a quien se le habría escapado hasta en tres oportunidades el escurridizo ex Ministro Silva (a quien blindaron mientras estuvo en el poder).
Su desvergüenza es tal, que no se han dado cuenta que el dedito acusador que levantan indignados tiene gangrena. Sería mejor que lo bajen porque la imagen resulta nauseabunda.
Imagen: Composición propia de Punto Medio, a partir del comunicado de Nuevo Perú (Twitter).