Por Ricardo Gálvez del Bosque
En un post pasado (ver aquí ) alertamos que, si bien es necesario debatir ampliamente la necesidad de contar con un Congreso bicameral, la propuesta que se estaría cocinando en el Congreso tendría algunas “letras pequeñas” que se estarían metiendo de contrabando. Con ellas, se abriría el camino para que el Senado pueda inhabilitar a los miembros del JNE, ONPE y Reniec. Esta situación resulta bastante preocupante dada la sensibilidad de esos puestos y su indispensable autonomía del poder político de turno.
Esta semana la Presidenta de la Comisión de Constitución brindó las siguientes declaraciones sobre la propuesta de bicameralismo que estarían impulsando:
“Si eso (la posibilidad de atentar contra la independencia de los organismos electorales desde el Senado) generara algún tipo de discrepancia en el momento del debate en el Pleno, tenga usted la plena seguridad de que no va a haber ningún inconveniente que ese tema quede tal como esté para que no se genere ninguna suspicacia. (…) No existe ningún afán, ningún interés (…) ningún afán de ocasionar ningún perjuicio”
¿Se le puede creer a la señora Juárez?
Nuevamente, vamos a los hechos. Keiko Fujimori indicó que su bancada fortalecería la SUNEDU, sin embargo “cambió de opinión” (como lo manifestó la ex congresista Chacón) e hizo todo lo contrario. La propia Patricia Juárez, en un programa de entrevistas, horas antes de votar por la contrarreforma universitaria indicó claramente que estaba en contra del retroceso. A la hora de la hora, votó a favor de desmantelar la SUNEDU.
Keiko Fujimori lanzó un video hace algunas semanas, promocionando como salida a esta crisis la convocatoria de nuevas Elecciones Generales adelantadas (ver post aquí). Sin embargo, toda su bancada ha hecho oídos sordos al tema, nadie realiza la propuesta concreta. Bluf, mentira. Es más, la señora Fujimori dijo que no se podrían lograr 87 votos para una vacancia, motivo por el cual soltó dicha propuesta. Sin embargo, pasan los días y va llegando el momento del cierre de la presente legislatura y nadie propone reformar el artículo 117 de la Constitución, agregar un par de oraciones y permitir que el Presidente en funciones pueda ser acusado e inhabilitado por delitos de corrupción. Para eso solo necesitan 66 votos, ¿qué fue? ¿Más falsos que moneda de 3 soles, o más lentos que patada de astronauta?
Desde este espacio estamos a favor de la bicameralidad. Como conversamos en un Twitter Space con la politóloga Milagros Campos (escuchar aquí desde el minuto 14), creemos que es necesario que se abra un debate serio al respecto ya que dicha propuesta se ha truncado innumerables veces en los últimos 20 años por motivos poco técnicos, contrabandos (como los de Rosa Bartra), y falta de docencia política. Por tal motivo, se necesita que Juárez y compañía dejen de hacer ofrecimientos futuros y aterricen en concreto la propuesta quitándole los despropósitos que buscan impulsar que el Parlamento pueda supeditar al Sistema Electoral.
Es cuestión de abrir los ojos y darse cuenta de que, de por sí, la bicameralidad no es una propuesta popular entre la población. Si de verdad quieren lograr implementar un sistema bicameral – que les abriría las puertas a la reelección – no es viable que lo hagan con contrabandos inaceptables. Un poco de decoro no les vendría mal.
Foto: Violeta Ayasta / El Comercio. Edición de la fotografía PUNTO MEDIO