Por Ricardo Gálvez del Bosque
Cuando uno tiene que tomar decisiones a corto, mediano o largo plazo, ¿qué es lo que asegura que sean lo más acertadas? ¿La certeza o la incertidumbre? ¿Información fiable o “sorpresas”?
Parece que el profesor sindicalista que ha sido elegido Presidente sigue sin entender que lo que necesitan los peruanos de a pie, los inversionistas, los empresarios, las amas de casa es la mayor certeza que se pueda. Ante una población cansada de la clase política, como si estuviera conduciendo un reality show, el miércoles Pedro Castillo tuvo la gran idea de volver a anunciar “sorpresas” para el mensaje de 28 de Julio. ¿Qué habrá creído? ¿Que a los peruanos les falta más emociones en sus vidas?
En aproximadamente un año, los peruanos ya han vivido varias “sorpresas” y la mayoría no se han sido muy agradables que digamos. Entre ellas están:
- Tener que elegir entre dos de los peores candidatos presidenciales para segunda vuelta.
- Ver cómo, a velocidad feroz, se deteriora un régimen en pocas semanas.
- Observar cómo la corrupción y la ineptitud se esparcen en el entorno presidencial más rápido que variante ómicron.
- Saber que hemos tenido más ministros que semanas de Gobierno.
- Constatar como gran parte del entorno del Presidente termina en condición de prófugos de la justicia.
- Escuchar y leer 4 entrevistas en las que se desnuda la precariedad del primer mandatario.
- Enterarnos de los prontuarios de los ministros que nombra Castillo a las pocas horas de sus juramentaciones.
- Ver a la oposición jugar en pared con el Ejecutivo para atornillarse en el poder.
- Comprobar que el que no iba a ser ni portero termina gobernando.
¿Qué puede estar pasando por la cabeza del Presidente para creer que anunciar una cosa así traerá alegría y expectativas positivas a la población? ¿Acaso el señor se subía a un micro o taxi y le decía al conductor “no sé hacia donde va, pero sorpréndame”? ¿En serio?
Si quiere anunciar algo que le agrade a la población, quizás sería bueno que revise sus índices de aprobación y qué es lo que quiere y necesita el país. ¿Será mucho pedir que asuma su responsabilidad con seriedad?
Hay que estar bastante desconectado de la realidad y contar con un ego descomunal para no darse cuenta que no da la talla para el puesto que ocupa. El Perú no merece esto.
Imagen: Composición PUNTO MEDIO. Foto original de Damiano Lingauri en Unsplash