Por Ricardo Gálvez del Bosque
¿Han estado manejando, y de un momento a otro se han encontrado con un auto que viene a toda velocidad y en contra? No es algo inusual en Lima, ¿no? Y, ¿les ha pasado que cuando le reclaman al conductor por su imprudencia, éste – lejos de reconocer su falta – se pone violento contra aquel que le increpa? Criollazos y encima frescos.
El comunicado que lanzó el miércoles en la mañana la cuenta de Twitter de Presidencia de la República, nos demostraría que Pedro Castillo resultó ser un digno representante de ese tipo de conductores. Como ya les comentamos hace unos días (ver post aquí ), el programa dominical Panorama expuso los plagios en los que habrían incurrido Pedro Castillo y su esposa en su tesis conjunta para optar por el grado de magíster. Sin embargo, lejos de sentir un poco de vergüenza al verse descubiertos como responsables de robo de propiedad intelectual, lanzaron un comunicado con la pata en alto atacando al medio periodístico que los denunció.
En dicho comunicado rechazan las “imputaciones malintencionadas”. Quizás no está enterado el Presidente, pero el periodismo no se debería ejercer para pasarle franela a las autoridades, sino más bien para incomodarlo. Se le ha investigado, y se le encontró el plagio. Punto. Si tanto le molesta que le descubran sus mentiras, no mienta. Luego menciona que la investigación contó con un asesor y un jurado. ¡No! ¡No se lo podemos creer! ¿El fuego quema y el agua moja?
Una parte graciosa – porque hay que elegir sonreír en vez de llorar – es en la que mencionan que el documento revisado no tendría legitimidad por no contar con algún distintivo o sello oficial. ¿Es en serio? La propia universidad ha confirmado públicamente que el documento al que tuvo acceso Panorama es una “copia fidedigna de la original”. Mejor que un sellito, ¿no? ¿O será que el mismo Castillo tampoco ha leído su propia tesis? Cuestión de preguntarle al hermano Santiago, al pollo muerto, o a los que cometen feminicidio por estar ociosos.
Luego viene la afirmación en la que Pedro Castillo – o su pésimo redactor de comunicados – indica: “no he copiado, ni adjudicado autoría de terceros (…) tal y como pretenden hacer creer a la población”. Ya estuvo bueno, ¿no? No tiene citas, presenta una investigación con un marco teórico completamente plagiado, y se inventa la identidad de dos validadores de su estudio. ¿Quién está haciendo pretender creer algo falso a la población?
Finalmente, termina con 3 puntos bastante usados por esta gestión: la victimización y el ataque a la prensa. Es tan típico de Pedro Castillo, que le quita las ganas a cualquiera de siquiera comentar algo al respecto.
Ha quedado, una vez más, demostrada la catadura moral de este personaje. El plagio es robo, pero el descaro y la desvergüenza ya cruzan todos los límites. La permanencia de Pedro Castillo en la Presidencia está logrando que la población empiece a banalizar el mal. Estamos perdiendo nuestra capacidad de asombro.
A veces, esos criollazos matonescos al volante que violan las reglas de tránsito se salen con la suya. Las calles de Lima muchas veces parecen una jungla llena de salvajes motorizados. Sin embargo, hay muchas veces en que estos individuos terminan estrellándose y sufriendo las repercusiones de sus actos. ¿Llegará el momento en que Pedro Castillo asuma las consecuencias de sus acciones? Se espera que pronto. Lo lamentable es que, a veces, hay terceros que termina pagando los platos rotos. Con él al volante del país, en este caso los que pagaremos la cuenta seremos todos los peruanos.
El pollo no estaba vivo, “profesor”. Estaba frito, como usted…comprenderá.
Foto original: AFP. Tesis: Fuente Panorama. Composición y montaje: PUNTO MEDIO.