Por Ricardo Gálvez
¡Qué atractivo suena tomar el camino más fácil y obtener resultados exitosos! ¿No? Cuando uno es niño, quizás cree que las cosas se dan de esa manera. A medida que uno va madurando, que va teniendo más experiencias de vida, se va dando cuenta de que esa resultaría ser una fantasía excepcional y que lo que vale cuesta. Cuesta esfuerzo, tiempo, dedicación.
Es triste constatar que la mayoría de políticos peruanos parecen no haber llegado a madurar del todo. Más allá del apodo de “Niños” que nos rebeló Karelim López, aparentemente muchas de nuestras infantiles autoridades juegan a lograr sus objetivos recorriendo el camino que les parece más fácil, más populista, menos racional.
Ya nos hemos acostumbrado a que algún sector político pretenda crear puestos de trabajo por decreto. Se anuncia, se aplaude en las plazas, se crean medidas legales, y el resultado termina siendo lo contrario a lo esperado. ¿Aprendemos? No. También seguimos contemplando la idea de que se puede aumentar los sueldos de los trabajadores privados a través de una ley. Entonces, ante el anuncio, muchos incautos caen en la euforia temporal de aplaudirlo. Semanas más tarde, cuando ven que la realidad no se condice con el papel, vuelve el sentimiento depresivo que nos dice que nada cambiará nunca. Sufre, peruano, sufre.
Ahora último, ciertos congresistas con “buenas intenciones” – recordar que el camino al infierno estaría lleno de estas – pretenden modificar la Constitución para aumentar los requisitos para el nombramiento de Ministros. La idea sería que éstos sean idóneos y tengan logros profesionales que les permitan ejercer sus funciones a cabalidad. ¿Somos o nos hacemos? ¿Acaso creen que poniendo algo subjetivo en la Constitución evitarán que un Pedro Castillo elija a gente impresentable en sus Gabinetes?
Por otro lado, este mismo Congreso – que dice considerar que Pedro Castillo debería ser destituido- usa medidas ridículas para lograr su objetivo. Si en Febrero hubieran modificado el artículo 117 de la Constitución, hoy ya podrían estar iniciando un proceso de destitución efectivo que no necesitaría de los 87 votos que no tienen hoy. Sin embargo, la flojera, la desidia, la torpeza, los hace ofrecernos un show de vacancia que no llegará a nada más que a negociaciones debajo de la mesa entre ellos mismos. Y los fujimoristas, ¿quieren lograr la libertad de su líder histórico? ¿Por qué recurrir a la leguleyada que se cae en la apelación, a la prepotencia del que no reconoce sus delitos y pide perdón, en vez de proponer leyes que garanticen que ancianos enfermos cumplan sus penas en su domicilio, o a pedidos de reconciliación, o a procesos de indultos humanitarios no amañados? ¿Por qué irse por el camino trucho siempre?
¿Qué nos pasa? ¿Somos flojos? ¿Nos dejamos llevar por las narices por políticos incapaces? ¿Estamos renunciando al pensamiento crítico?
- ¿Nos parece pésimo el sistema privado de pensiones y el manejo de las AFP’s? Por supuesto, es una usura lo que cobran de comisión, es una frescura que ganen cuando el afiliado pierda, faltan medidas que incentiven la competencia. Entonces, ¿lo destruimos fomentando el retiro libre de todo nuestro dinero (como propone Perú Libre)? ¿O pensamos un poquito y debatimos propuestas de reforma?
- Vemos evidencias que apuntarían a que el Presidente estaría inmiscuido en actos de corrupción, ¿lo intentamos destituir en un proceso dudoso para el cual no tenemos los votos? ¿O realizamos las reformas necesarias para removerlo del cargo de manera constitucional, transparente, eficaz y rápida?
- La delincuencia aumenta, ¿analizamos dónde está el cuello de botella en el Sistema de Justicia? ¿Buscamos reformar la Policía Nacional? ¿Establecemos estrategias de seguridad ciudadana coordinadas entre el Gobierno Nacional y las municipalidades? No. ¿Qué proponemos? Militares en las calles y motos que no tengan un segundo pasajero. Varita mágica que hará que el delincuente que iba en moto diga “oh, no. Dejaré de robar y asaltar, ahora me dedicaré a la carpintería y a las obras de caridad porque el Gobierno ha dicho que ya no puedo ir con mi cómplice en motocicleta”. ¡Por favor!
Entendamos de una vez por todas que lo barato sale caro. Que nuestros representantes dejen de mecernos y hagan su trabajo…¡Para eso se les paga!
Foto tomada de https://redaccion.lamula.pe/2015/10/02/unidad-de-inteligencia-financiera-no-podra-fiscalizar-a-los-aportantes-de-los-partidos-en-las-proximas-elecciones/manuelangeloprado/