Desde aquí hemos criticado que las voces extremistas dirijan la agenda política del país (ver aquí ). Consideramos válidos los cuestionamientos hacia la postura de la congresista Chirinos al presentar su globo de ensayo con la moción de vacancia presidencial contra Pedro Castillo que está impulsando en este momento.
Sabemos que la vacancia presidencial no es un juicio político, que no ha estado cumpliendo la función que tendría delimitada en la Constitución, y que se ha abusado de la figura malinterpretándola como una destitución express. Conocemos también la vocación vacadora de la bancada fujimorista y de sus satélites, no nos cabe duda de que su forma de actuar no sorprende a muchos.
Pero, seamos francos, ¿el doble rasero es una marca registrada de la derecha actual? ¿O también es un recurso hipócrita de la izquierda que hoy está en el Gobierno?
Eduardo Dargent, en “Demócratas precarios” (2019) describe la manera de actuar de ciertos individuos, a quienes los cataloga con el título de su libro, de la siguiente manera:
Llamo a estas élites demócratas precarios. “Demócratas”, pues actuarían como verdaderos demócratas cuando se sientan débiles y los recursos de la democracia les sirvan para proteger sus intereses frente a gobiernos abusivos; “precarios” pues abandonarán los valores democráticos cuando tengan poder y consideren que sus intereses pueden ser resguardados por medios no democráticos. (Dargent, 2019, p.27)
Hernando Cevallos, actual ministro de Salud, es uno de los políticos desestabilizadores del último gobierno elegido democráticamente antes del 2021. Él fue uno de los impulsores acérrimos de la primera moción de vacancia que se presentó en diciembre del 2017 ( ¡hace solo 4 años!). En ese entonces, firmó la moción y tuvo el atrevimiento de defenderla y votar a favor de la misma en el Pleno.
Unos meses más tarde, envalentonado, indicó que no se podía “mantener a Pedro Pablo Kuczynski en la presidencia solo con el fin de evitar que genere un clima de inestabilidad en el país, porque sería avalar la impunidad”. También declaró que se estaba generando una situación paradójica en el país porque “un grupo de empresarios ha capturado el poder político”. Sería un ejercicio bastante fácil el usar sus mismas palabras como boomerang, en este momento. La derecha radical hoy podría decir exactamente lo mismo que sostuvo Cevallos hace poco.
En ese entonces, usar la vacancia como destitución express, para el actual ministro, no era atentar contra la democracia. La estabilidad, el debido proceso, la tergiversación de mecanismos constitucionales, los valores democráticos no eran relevantes para el político de izquierda. Viendo su radical cambio de posición política, pareciera ser candidato a caer perfectamente en la definición que nos da Dargent. Sería, efectivamente, un demócrata precario más en nuestro desolador panorama político. En el actual Ejecutivo, hay varios casos similares.
Sería bastante interesante que el actual ministro de Salud nos explique cómo funciona su lógica, ¿hay vacancias buenas y hay malas? ¿Dependen de la ideología?
¿Cuál es el punto al que queremos llegar? El reconocimiento de que carecemos de izquierdas y derechas con verdaderos valores democráticos. Ni la que pretende destituir a la fuerza ahora, ni la que pretendió hacerlo antes – y ahora gobierna- son consecuentes. No nos creemos el cuento de la Keiko defensora de la democracia, ni tampoco la victimización de la izquierda radical que acomoda sus principios según su conveniencia.
Estamos en un lío grande, sin representación política de centro, sin políticos consecuentes que sigan una misma línea. Así, la democracia es un sueño que no hemos alcanzado aún. El nulo compromiso con ella – de ambos bandos – es alarmante.
Fuentes consultadas: DARGENT BOCANEGRA, Eduardo (2019). Demócratas precarios. Élites y debilidad democrática en el Perú y América Latina. (3ª ed.) Lima: IEP Foto: Andina. Tomada de https://ojo-publico.com/2889/hernando-cevallos-fragmentacion-del-sistema-de-salud-debe-terminar